Ocho municipios de Nayarit serán «Pueblos Fantasma» en 2030

Las estadísticas de San Pedro Lagunillas, Amatlán de Cañas, Compostela, Rosamorada, Santa María del Oro, La Yesca y Santiago Ixcuintla son contrarias al avance poblacional de otras entidades de la República

Debido a la poca productividad, la falta de empleo y el éxodo migratorio, ocho de los 20 municipios de Nayarit (40 por ciento), que apenas rebasan el millón 200 mil habitantes, presentarán problemas de longevidad o serán pueblos “fantasma”, según las proyecciones para 2030 del Consejo Estatal de Población.

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En el estado, alrededor de 37 mil hombres y mujeres se dedican al campo, al cultivo de caña, de café y de tabaco, principalmente.

Cifras oficiales de la Asociación de Nayaritas Radicados en Estados Unidos señalan que hay 450 mil ciudadanos de la entidad en Los Ángeles, principalmente.

Las estadísticas de los municipios de la zona sur, como San Pedro Lagunillas, Amatlán de Cañas, Compostela, Rosamorada, Santa María del Oro, La Yesca y Santiago Ixcuintla son contrarias al avance poblacional de otras entidades de la República, donde el número de habitantes aumenta a gran escala.

Los datos del Consejo Estatal de Población exponen que del millón 200 mil habitantes, 482 mil 641 son hombres (47 por ciento); en tanto, 504 mil 688 son mujeres (53 por ciento).

Los municipios con mayor población se encuentran en la capital, Tepic, con 427 mil 182 habitantes; Bahía de Banderas, con 151 mil 988; Xalisco, con 54 mil 351; Santiago Ixcuintla, con 52 mil 341; Compostela, con 43 mil 368, y El Nayar, con 44 mil 115, de los cuales 90 por ciento son indígenas y sus lenguas son cora, huichol, tepehuano y náhuatl.

En Acaponeta hay 27 mil 879 personas; en Ixtlán del Río, 21 mil 845; en Tecuala, 23 mil 141; en San Blas, 23 mil 357; en Rosamorada, 21 mil 859; en Tuxpan, 13 mil 833; en Huajicori, 14 mil 327; en Santa María del Oro, 13 mil 444; en Ruiz, 13 mil 268; en Jala, 12 mil 961; en Ahuacatlán, 8 mil 748; en La Yesca, 7 mil 438; en Amatlán de Cañas, 6 mil 442, y San Pedro Lagunillas, 4 mil 442.

La proyección en este último municipio para 2030 es de 2 mil 567 habitantes, seguido por La Yesca, con 6 mil tres; Amatlán de Cañas, con 5 mil 221; Ahuacatlán, con 6 mil 24; Santa María del Oro, con 11 mil 463; Rosamorada, con 6 mil 393; Compostela, con 31 mil 567, y Santiago Ixcuintla, con 42 mil 286.

El éxodo se ha calificado de preocupante en la entidad. Cada seis meses empresas de Estados Unidos arriban a los municipios de San Pedro Lagunillas, Ahuacatlán, Amatlán de Cañas, Compostela, Rosamorada, Santa María del Oro, La Yesca y Santiago Ixcuintla con la finalidad de contratar mano de obra para trabajar en la cosecha de tomate y melón.

Es necesario que el gobierno invierta en empresas maquiladoras para evitar que el éxodo migratorio siga en aumento, mencionó el Consejo Estatal de Población.

El declive de algunos poblados comenzó cuando terminó la agricultura, la ganadería y la pesca. Su población decidió buscar nuevas oportunidades, emprender el sueño americano en busca de la tierra del “Tío Sam”, en Estados Unidos.

Tal es el caso de don Carlos Ortiz, de 64 años, un habitante del poblado Puerta del Río, quien tiene a sus dos hijos trabajando en Estados Unidos.

La forma de vida de la mayoría de los nayaritas en Estados Unidos es el campo. Sin estudios, la mayor parte de ellos está en San Francisco, San Diego, Texas, Virginia y Los Ángeles. Conforman una comunidad que anualmente envía a Nayarit 339 millones de dólares y ha sido punto esencial para el desarrollo de 56 por ciento de los municipios de la entidad.

Don Carlos recuerda que en los 70 el campo nayarita era uno de los más productivos en México, con la siembra del maíz, tabaco, caña y café; sin embargo, hoy el campo es un desastre, solamente en tiempos de campañas políticas «somos el botín perfecto para conseguir el mayor número de votos».

La gente tiene necesidad de emigrar al vecino país del norte por razones económicas, eso ha descapitalizado más al estado; necesitamos que haya más inversión.

«No hay créditos en la banca privada para los campesinos, los programas estatales y federales solo aterrizan para personas allegadas a la cúpula de gobierno, está descapitalizado el campo, no hay más que la opción de ganar dólares y vender las tierras», comentó el activista y ex perredista Abelino Ramos Parra.

 

Con información de Milenio

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