Sospechan que implantes de senos provocan cáncer

Existe una relación clara entre las prótesis de mama y la enfermedad que provocó la muerte de una de las pacientes; sin embargo, se pide evitar el alarmismo

Las autoridades sanitarias francesas lanzaron una advertencia sobre las prótesis mamarias ante la aparición de casos ligados a un cáncer particular en mujeres que tienen los implantes, por ello estudiarán las medidas que se tomarán debido a esta situación y que incluso puede llevar a la prohibición de operaciones de senos.

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Desde 2011 en Francia se han registrado 18 mujeres con implantes mamarios que sufrieron una forma de cáncer poco habitual: el linfoma anaplásico de células grandes (Lacg), informó la ministra de Sanidad francesa, Marisol Touraine.

Según la ministra, existe una relación clara entre las prótesis de mama y la enfermedad que provocó la muerte de una de las pacientes; sin embargo, Touraine pidió evitar el alarmismo.

El diario Le Parisien, reveló que la Agencia Nacional de Seguridad del Medicamento (ANSM) organizará una reunión en 10 días para que los expertos determinen qué modificaciones necesitan hacerse en la reglamentación.

«Si tenemos que llegar a prohibirlas, lo haremos», adelantó el director general adjunto de la ANSM, François Hébert, quien resaltó que en los últimos tres años se han detectado 18 casos de Lacg.

En el mundo se tiene constancia de 173 casos, y Hébert destacó que estos cánceres «parecen asociados a las prótesis mamarias», y que no se han detectado entre mujeres que no los llevan.

Aunque se trata de un riesgo aparentemente reducido, teniendo en cuenta que en Francia 400 mil personas llevan esos implantes, los responsables sanitarios decidieron obligar a que los médicos adviertan a las mujeres que se quieran operar sobre este nuevo riesgo para desarrollar la enfermedad, ello mientras se hace el dictamen de los expertos de la ANSM.

REDUCIR TEMORES

La ministra de Sanidad buscó evitar temores infundados y, en una conferencia de prensa convocada para abordar esta cuestión, insistió en que «las mujeres no deben ceder a una inquietud excesiva» teniendo en cuenta el reducido número de linfomas conocido.

Además, Touraine hizo hincapié en que «no se recomienda a las mujeres que lleven implantes que se los retiren», al tiempo que aseguró que la «vigilancia es absoluta» y que se ha reforzado el procedimiento de información a quienes se vayan a operar.

A partir de los 18 casos de LACG detectados en Francia, se sabe que los cánceres se han diagnosticado entre 11 y 15 años después de la colocación de los implantes, aunque en un caso se declaró al cabo de solo dos años. Las afectadas tenían edades de entre 42 y 83 años.

También se detalló que 14 de las mujeres involucradas llevaban prótesis del fabricante estadunidense Allergan, que representa aproximadamente a 30 por ciento de quienes usan este tipo de implantes en Francia.

La firma Allergan, que reconoce estar en discusiones con la ANSM y subraya la transparencia del procedimiento, hizo hincapié, mediante el director de la división médica, Philippe Mauvais, en que el número de casos es muy reducido para sacar conclusiones.

Hébert comentó que no se detectó ninguna anomalía en las inspecciones de esa marca que se hicieron en el periodo 2012-2013, y también aseguró que «hay que tomar los datos con precaución», porque muchas mujeres a lo largo del tiempo han llevado prótesis de diversos fabricantes.

ANTECEDENTE

En una nota del pasado 4 de marzo, el Instituto Nacional del Cáncer de Francia (Inca) solicitó a los médicos que buscaran un posible diagnóstico de este linfoma a la menor señal que perciban, puesto que «existe claramente un vínculo entre esta patología y el porte de un implante».

El problema parece no estar tanto en el contenido de la prótesis, sino que la sospecha se dirige hacia la superficie de los implantes.

Hébert recordó el escándalo de los implantes del fabricante francés Poly Implant Prothèse (PIP), que cambiaba el gel autorizado por otro más barato que producía frecuentemente su ruptura y que llevó en 2013 a la cárcel por cuatro años al fundador de la firma, el francés Jean-Claude Mas.

«El escándalo PIP mostró que podía haber peligro. Por eso estamos muy atentos a este tema», señaló.

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