Cualquiera que haya hecho una dieta para perder peso, ha experimentado ‘la peor parte’ de bajar de talla, sí, cuando los senos se hacen pequeños.

Aunque pareciera que nuestro pecho adelgaza antes que cualquier otra parte del cuerpo, no es así, pero quizá lo notes antes que tus muslos, o cadera, porque están al frente y al centro. ¡Imposible no verlo!

Lo que realmente pasa al perder peso, es que disminuyen las reservas de grasa y las mamas se componen de ganglios linfáticos, lóbulos, pero también de tejido adiposo, por lo que es natural que el cambio en esta área sea más notorio.

Sin embargo, también puedes adelgazar sin perder tus atributos. Aquí te contamos cómo:

El objetivo es que, aunque quemes grasa, tus músculos pectorales se reafirmen, así levantarás tus senos a medida que pierdes peso.

Esto lo puedes lograr con sencillos ejercicios:

¡Firmes ya!

Siéntate en una silla y recarga tu espalda lo más derecho que puedas. Mete el estómago y apoya los pies en el suelo. Carga una mancuerna en cada mano y levántalas hasta la altura de los hombros. Levanta tus brazos y mantén la postura por 5 segundos. Vuelve a la postura inicial y haz tres series de cinco repeticiones.

Flexiones

Párate frente a una pared, separa los pies a la altura de la cadera. Coloca tus manos en sobre la pared. Flexiona los codos y poco a poco haz flexiones manteniendo tus manos en la postura con la que comenzaste. Haz tres series de cinco repeticiones al día.

Con pesas

Consigue dos pesas que no pasen los dos kilos y cárgalas. Flexiona tus codos y abre tus brazos hacia los laterales. Abre y cierra. Al día puedes hacer tres series de ocho repeticiones.

Estiramientos

Si no tienes pesas toma dos botes de crema que pesen exactamente lo mismo o dos bolsas de arroz de 1 kilo. Tómalas y estira los brazos lo más alto que puedas, cuenta hasta tres y regresa a la postura inicial. Realiza tres series de ocho repeticiones.

Con estas rutinas, tu busto lucirá más prominente y no tendrás que preocuparte por verlo desaparecer.