Con un golazo de Mario “Mono” Osuna al minuto 90, los Gallos Blancos de Querétaro se impusieron por la mínima diferencia a las Chivas, en la cancha del Estadio Corregidora

Cuando todo iba para un empate sin goles, en el último minuto apareció Osuna y sentenció la historia. Chivas jugó bien el primer tiempo, pero en el segundo se retrasó y lo pagó carísimo.

De entrada, Chivas se mostraba cosas interesantes por las bandas, pero nada más. Dos disparos de Brizuela y López inquietaban a la defensa. Cuando sólo iban 20 minutos, lamentablemente De Nigris se lesionó de nuevo y entró Bravo en su lugar. Al momento, justamente el atacante estuvo a punto de marcar de volea, pero se fue de milagro. El Conejo estaba preciso y manejaba el equipo.

Luego, Castro también tuvo la chance clara después de una buena tapada de Michel en un tiro libre de Ronaldinho. Así, se fueron a los vestidores con un juego aceptable del más grande que no se traducía en el marcador. En el inicio del segundo tiempo, Corral preocupó mucho a la defensa, aunque definió mal. El Rebaño se metía un poco atrás y sufría.

Más tarde, el choque se volvió aburrido y sin llegadas y el Guadalajara parecía conformarse con el empate, que lograba a pesar de la entrada de Reyna en los instantes finales… Hasta que Osuna echó a perder todo en el último segundo con un verdadero golazo. Una pena no haber ni siquiera sumado ante un rival sin demasiadas luces.