Por primera vez en suelo afgano, los yihadistas perpetran un ataque suicida; hay más de 100 heridos y el presidente del país advierte de “un nuevo tipo de guerra”
El yihadista Estado Islámico (EI) ha reivindicado el atentado suicida de este sábado con al menos 34 muertos y un centenar de heridos en el este de Afganistán, lo que supone el primer ataque de este grupo en suelo afgano y el inicio en el país de “un nuevo tipo de guerra”.
En un discurso televisado, el presidente afgano, Ashraf Ghani, aseguró que el atentado, sumado a otras acciones atribuidas al EI en Afganistán como “decapitaciones y secuestros”, son “signos de un nuevo tipo de guerra” en el país asiático y una “grave amenaza”.
“La lucha contra esta guerra es nuestra obligación colectiva”, declaró el presidente afgano, de visita oficial en la provincia oriental de Badakhshan.
El atentado suicida se produjo a primera hora de la mañana en la entrada del Banco de Kabul en Jalalabad, capital de la provincia de Nangarhar, cuando decenas de personas, incluidos funcionarios del Gobierno, se encontraban allí para cobrar sus salarios.
Imágenes del atentado difundidas por los medios de comunicación afganos mostraban por el suelo a decenas de personas, incluidos niños, muchas de ellas ensangrentadas y con graves quemaduras.
“¿Quién ha asumido el mortífero atentado de hoy en Nangarhar? Los talibanes no lo han hecho. El Daesh (el acrónimo en árabe del EI) lo ha asumido”, aseguró el presidente afgano.
Horas antes, el EI había reivindicado el atentado en un mensaje remitido a la agencia afgana Pajhwok por Shahidulá Shahid, ex portavoz del principal grupo talibán paquistaní, el TTP, que fue destituido a finales del año pasado por mostrar su apoyo al EI y ahora ocupa el puesto de portavoz regional del grupo yihadista.