Monedas, diamantes, zafiros, rubíes y pepitas de oro pertenecerán al aventurero que logre encontrar el cofre, enterrado en algún lugar del estado norteamericano de Nuevo México.

Forrest Fenn, un adinerado residente de la ciudad de Santa Fe, es el responsable del desafío.

Antes de lanzarse en su busca, los interesados deberán leer el libro The Thrill of the Chase (La emoción de la persecución), el cual contiene las pistas entre líneas y cuyo autor es el propio dueño del botín, quien convocó al reto.

Fenn calcula que unas 30 mil personas han intentado en vano encontrar el tesoro, el cual fue sepultado en 2010.

“Me encantaría si alguien lo encuentra mañana, pero si nadie lo encuentra durante cien años, eso está bien conmigo también», comentó Fenn en entrevista con un cadena estadunidense.

Para este año, el hombre estima que alrededor de 50 mil personas probarán suerte.

La idea de enterrar un tesoro repleto de joyas y piedras preciosas se le ocurrió a Fenn luego de que le diagnosticaran un tumor maligno.

“Creo que es una buena manera de hacer un aporte a la sociedad”, consideró.

“Quise que lo monetario fuera un aliciente para la gente que lo buscara, pero sobre todo el objetivo fue sacar a los niños del sillón y de los ordenadores para que fueran a recorrer las montañas», comentó Fenn, un veterano de guerra.