Por un amparo promovido por un grupo religioso que podría despenalizar la producción y transporte de peyote

Luego de que la primera sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) otorgara un histórico amparo a un grupo de particulares para sembrar, cultivar, cosechar, poseer, transportar y consumir marihuana con fines recreativos, ahora ésta instancia reasumió este jueves su competencia para conocer, y en su caso discutir, un amparo promovido por un grupo religioso que podría despenalizar la producción y transporte de peyote.

Debido a que la SCJN considero que la prohibición absoluta del consumo de drogas es inconstitucional, esto abre la puerta a que la Iglesia Nativa Americana de México revierta la decisión de la Secretaría de Gobernación, que le negó su registro como Asociación Religiosa, en parte debido a sus prácticas rituales que incluyen la ingesta de peyote.

De manera unánime, los miembros de la primera sala avalaron la propuesta de Alfredo Gutiérrez Ortíz Mena de tomar el caso, toda vez que el asunto es de relevancia a nivel jurídico ya que la sala está facultada para determinar si la legislación aplicable en la materia viola los derechos a la libertad religiosa y de credo.

Con esto, se revisará hasta donde llegan los alcances del Estado mexicano para regular las concesiones de registro para asociaciones religiosas. Además, la primera sala tendrá la tarea de revisar a fondo si los artículos de la Ley General de Salud que prohíben el uso del peyote para usos religiosos se apegan a la Carta Magna.