UAN, botín de aventureros y piratas

Caldero Político

Un buen número de jóvenes, mujeres y hombres, participaron activamente (entre ellos este servidor) en la consolidación de la Universidad Autónoma de Nayarit. Yo estudié en la Facultad de Odontología y ahí cursé la carrera de Médico Cirujano Dentista. Conocí la institución desde sus cimientos y antes, ya que la Preparatoria la estudié en el Edificio o Casa Fenelón, por la calle Lerdo en el antiguo Instituto de Ciencias y Letras de Nayarit, uno de los antecedentes de la Universidad de Nayarit, primero, y de la Universidad Autónoma de Nayarit, después.

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No me afecta decir que fui dirigente de la Federación de Estudiantes Universitarios de Nayarit, consejal técnico, consejal universitario y después hasta funcionario universitario. Estuve cerca de rectores, de maestros, dirigentes y de muchos compañeros estudiantes. Yo estuve ahí y eso nadie lo puede negar.

Ratas carcomen el presupuesto

Ahora nos lastima ver la forma en que nuestra institución es botín de grupos políticos y es asaltada por pillo redomados que la han robado y saqueado cuando han querido. El espíritu universitario ha sido vapuleado por los intereses económicos y políticos de grupos y gavillas que se reparten puestos, plazas, obras y acciones universitarias, al grado que ni siquiera se sabe cuánto dinero ingresa y cuánto sale de las arcas, o si hay fondo de pensiones o si ya se lo repartieron. Fluye para los sectores y organizaciones, para los líderes como si hubiese obligación de mantener a zánganos y aviadores.

Que conste: nosotros no fuimos ni ángeles ni emisarios  de Dios, pero a nuestra generación la alentó la alteza de miras, la limpieza de propósitos y la ilusión de tener una Universidad popular y democrática abierta a todos. Cometimos errores pero jamás urdimos planes o estrategias para robarla o afectarla.

Quizá sí fuimos engañados, dada nuestra juventud, por políticos mercenarios o falsos ídolos universitarios que nos hacían creer otras cosas pero en realidad se aprovecharon de los recursos que se obtenían dado que hubo rectores tan malos que a los estudiantes entregaban dinero, carros chuecos y hasta armas para asegurar su dominio en el control de la casa de estudios.

Poco faltó para que ocurrieran tragedias cuando un rector de origen militar daba armas tanto a un grupo como a los otros para provocar enfrentamientos criminales, pero la  prudencia, la inteligencia y la sensatez estudiantil pudo más que la provocación, la perversidad y la maldad de quienes se hicieron ricos a costillas de la universidad y armaron a la juventud buscando que entre ellos mismos se mataran.

Llegaron conquistadores y piratas

Incluso a la UAN también vinieron aventureros a conquistarla como viles mercenarios y piratas y a quedarse con sus activos. Defeños, sinaloenses y de otras latitudes cayeron aquí y de inmediato hubo muertos, sacrificados y lacerados cuando quisieron defender a su universidad, pero eso no les importó a los salteadores; por eso es obvio que ahora no les importa el proceso de cambio de Rector cuando lo que buscan es ir tras el poderoso pastel que representan ciento y cientos de  millones de pesos.

La lucha interna no es de aspirantes a Rector: es de candidatos a la gubernatura, de partidos políticos y de quienes están enquistados en los gobiernos estatal y municipal de Tepic con aspiraciones futuristas. Ellos y ellas no miden intereses de difusión cultural, de docencia o de investigación, privan en su afán  las ambiciones económicas y políticas.

Se olvidan del origen y van tras la chequera

Pero NO HAY MEMORIA HISTÓRICA en la Universidad Autónoma de Nayarit. Los políticos actuales no están interesados ni siquiera en saber cómo se fundó la universidad que fue con la aportación y el esfuerzo de todos los nayaritas.

Se debe a los obreros, los campesinos, las amas de casa, los comerciantes, los industriales, a la juventud pujante, a los maestros, quienes de hecho impulsaron la institución y  ven cómo un grupillo de vivales trata de apoderarse de ella para proseguir con su saqueo vil y desvergonzado, sin importarles el notable atraso académico que existe.

La historia

Fue en 1969, por el decreto 5162 promulgado por el Gobernador Julián Gascón Mercado, cuando se estableció la Universidad de Nayarit y su Ley Orgánica, consolidando definitivamente con ello la labor iniciada en 1925 por los gobernadores Felipe C. Ríos y Ricardo Velarde.

Fue creada para que trabajara en beneficio de la educación popular destinada a todos los nayaritas por igual: para los hijos de los obreros, de los campesinos, de los maestros, de los profesionistas. Ahora, dada su  importancia local y regional debe consolidarse, transformarse para bien  en todos los aspectos.

Dichos propósitos deben reflejarse en la realidad, abatiendo sospechas de corrupción, denuncias de malos manejos y dar paso a la transparencia y rendición de cuentas. Una universidad en casa de cristal.

Hace falta consolidar sus avances, reformarse y que las autoridades den claridad al manejo de los recursos humanos y financieros en sus manos

Ojalá nuestra universidad salga al pueblo, a las comunidades, a las plazas, a difundir la cultura, la academia, la docencia y la investigación científica. Y que  rinda cuentas, para que se convierta en la institución sólida que todos queremos. Que ya no sea nido de aviadores, de tranzas, de aventureros, de maestros chambistas o de funcionarios corruptos.

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