El subsecretario de Seguridad detalló que se detectó como posible móvil una diferencia de intereses personales y familiares entre líderes de dos grupos.

El ataque que ocurrió el domingo durante un velorio en el municipio de San José de Gracia, Michoacán, presuntamente derivó de una venganza entre grupos criminales ligados al Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), informó Ricardo Mejía, sub secretario de Seguridad Pública, de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.

En La Mañanera desde Palacio Nacional, el funcionario federal explicó que hasta el momento se ubicó como móvil del ataque una posible diferencia de intereses de carácter personal y familiar entre los líderes de dos células delictivas, identificados como Alejandro, alias El Pelón; y Abel, alias El Toro o El Viejón.

«Referir que el móvil que hemos ubicado es una posible venganza entre grupos vinculados a la delincuencia organizada que dependen de la misma estructura conocida como Cártel Jalisco, es decir, una diferencia donde hay intereses de carácter personal y familiar entre la cabeza de dos células, uno que podemos ubicar cómo Alejandro alias El Pelón; y otro Abel, alias El Toro o El Viejón, ambos oriundos de San José de Gracia», dijo.

Detalló que ambos pertenecieron primero al grupo criminal Caballeros Templarios; sin embargo, El Pelón se cambió al CJNG, donde operaba como jefe de plaza Tizapán el Alto Mazamitla.

Posteriormente, conoció a Abel y lo integró a su célula delictiva, no obstante, tras la detención de Alejandro, El Viejón tomó el control de la plaza y comienza a haber diferencias entre ambos, por lo que le prohíbe a El Pelón volver a San José de Gracia.

«Alejandro N es detenido por la policía en Mazamitla y recluido en el Cerespo de Jalisco y recluido a proceso penal. Abel N empieza a tomar el control de la plaza como se conoce en el argot y empieza a haber diferencias.

«Se le pide a Alejandro que ya no asista a San José de Gracia, Alejandro N vincula actividades a Jalisco y Colima aunque su familia seguía en San José de Gracia», resaltó Mejía.

El día del ataque, El Pelón acudió al funeral de su mamá, supuestamente acompañado de 15 sicarios, «aunque no se puede acreditar que sean originarios de la región», e incluso su misma familia lo cuestionó sobre su asistencia.

Mencionó que a los pocos minutos, llegaron camionetas con varias personas al funeral, encabezadas por Abel N, quienes sometieron a los acompañantes de El Pelón y los desarman, como aparece en algunos videos que se difundieron en redes sociales.

«Hay dos testimonios que hubo detonaciones, un enfrentamiento, así lo refirieron, a balazos entre grupos que salieron a resguardarse, esconderse y no pueden decir cuántas personas hubo fallecidas, pero sí refieren que después de la refriega llegaron camionetas con máquinas para lavar los sucesos», reiteró.

“No se puede apreciar que haya habido una sola línea, es decir, esa tesis del supuesto fusilamiento, sino que al estar los sicarios, al haber fuego, empezaron a disparar, pero no hubo digamos una acción sincronizada para cometer este ilícito”, subrayó.

Mejía acusó a las autoridades municipales de no alertar a la federación de estos hechos. Además, dijo que es de llamar la atención que este grupo delictivo haya intentado borrar las evidencias del crimen.

Los dos líderes delictivos involucrados crecieron juntos en las filas del crimen hasta que por diversas traiciones entre ambos e incluso asesinato de familiares, se volvieron enemigos al grado de amenazarse de muerte directamente.

De acuerdo con el funcionario, ya hay denuncias anónimas que podrían revelar el paradero de las personas que murieron en la refriega.