Después de salir un par de veces con alguien nos preguntamos si “nos gusta” o “estamos enamoradas”. No sabes porque razón, pero cada vez que se acerca a ti, te pones a 1000. Cuando lo tienes cerca tu corazón se acelera y bajar el ritmo de tus latidos es imposible. Saber que lo vas a ver te pone nerviosa y cada vez que llama estás eufórica. Si tienes estos síntomas, ve haciéndote a la idea de que estás en pleno proceso de enamoramiento.

 

No eres una persona que suda con facilidad, pero cada vez que se acerca a ti, las manos te empiezan a sudar. Tranquila, esta reacción del cuerpo es normal cuando te estás enamorando.

 

Algunos tips para saber si estás enamorada:

Al estar enamorada la persona que te hace sonreír pasa a ser el mayor catalizador de felicidad y de alegría de tu vida. De ser una persona hermosa, se convierte en lo más hermoso que conoces. De ser tu enamorado, sientes que es el amor de tu vida.

 

-Es la mejor parte de tu día:

Si realmente amas, sentirás que al estar con él esa es la mejor parte del día. Cuando solamente te gusta alguien, puede hacer que tu día sea mejor, pero probablemente no es la mejor parte de él. Si realmente amas, no te cansarás de ese alguien.

 

-Persona especial:

La persona a quien amas es alguien muy especial y este sentimiento llega acompañado por cierta incapacidad para fijarse en los demás. Como si se tratase de una obsesión, el enamorado cree que la persona es tan especial que no podrá conocer a otra igual.

 

-Es la primera persona en la que piensas:

Tu amado será la primera persona en la que piensas cuando te despiertas y la última persona en la que piensas antes de irte a dormir. Cuando algo bueno te sucede, esta es la primera persona a la que le quieres contar.

 

-Es una prioridad por encima de tus propias necesidades:

El amor es desinteresado. Tus necesidades siempre parecen sin importancia en comparación con las necesidades de tu pareja.

 

-Harías lo que fuera:

Si tratas de construir una lista de cosas que no harías por él, la lista estaría bastante vacía. Cuando estás enamorado de alguien, uno hace todo lo que esté a su alcance para hacer que la otra persona sea feliz. Cuando te gusta alguien, puedes sentir que hay muchas cosas que harías por él, pero cada uno tiene sus límites. El verdadero amor no conoce límites.

 

-No tienes miedo de expresar tus sentimientos en público:

Cuando estás realmente enamorado, quieres que todos lo sepan. No eres tímido acerca de tus sentimientos en ningún momento. Cuando sólo te gusta alguien, hay una gran cantidad de sentimientos que prefieres retener. Cuando te gusta alguien, hay una gran cantidad de sentimientos que prefieres retener.

 

– Amas las imperfecciones:

El amor es la capacidad de conocer y aceptar los defectos del otro. Puedes conocer las imperfecciones de una persona que te gusta, pero aceptarlas, no sucederá a menos que estés enamorada. Puedes conocer las imperfecciones de una persona que te gusta, pero aceptarlos, no sucederá a menos que estés enamorado.

 

-Te proyectas a largo plazo:

Cuando estás enamorado de alguien, es difícil imaginar un futuro sin esa persona. Cuando solamente te gusta alguien, no te imaginas construyendo con ésta una vida juntos.

 

-Te conviertes en una persona mejor:

Nadie es perfecto, pero al estar enamorado te quieres convertir en la mejor persona.

 

-Tus sentimientos son incondicionales: Cuando amas a alguien incondicionalmente, significa que tu amor no tiene condiciones y es absoluto. Cuando solo te gusta alguien, tus sentimientos cambian dependiendo de la condición.

 

-Tu enamorado es tu mejor amigo:

Tu pareja se convierte en tu mejor amigo. Sientes que cuando están juntos, pueden pasarlo mucho mejor y sobrellevar cualquier tempestad.

 

Es importante tener en cuenta también que al contrario de lo que comúnmente se cree acerca de los numerosos beneficios emocionales de estar enamorado, aquello de sentirse apreciado por alguien y de la elevada autoestima, puede volverse un verdadero caos que conduce a una inestabilidad física, emocional y psicológica. Los cambios ocurren a distintos niveles y se presentan de distintas maneras: puede haber exceso de alegría, euforia, insomnio, pérdida del apetito, ansiedad y hasta pánico ante la idea de perder a esa persona. Por lo tanto, hay que tener ojo con estos sentimientos, entenderlos, controlarlos y así la relación será sana.