En dos años, la población en pobreza a nivel nacional aumentó de 41.9 por ciento a 43.9 por ciento, lo que representa un incremento de 2.0 puntos porcentuales, al pasar de 51.9 millones a 55.7 millones de mexicanas y mexicanos que se encuentran en esta situación.

Al presentar las estimaciones de pobreza multidimensional 2018-2020, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), calculó que 3.8 millones de personas se sumaron a las filas de la pobreza, es decir, que no tiene ingresos suficientes para la canasta alimentaria y la no alimentaria, además de que presentan al menos una carencia social, como rezago educativo, falta de vivienda, servicios de salud o seguridad social.

Mientras que la pobreza extrema también creció de 7.0 a 8.5 por ciento de la población, al pasar de 8.7 a 10.8 millones de mexicanas y mexicanos, lo que representa un incremento de 2.1 millones de personas que tienen tres o más carencias, de seis posibles, y que además se encuentra por debajo de la línea de bienestar mínimo.

Entre 2018 y 2020, el número de carencias promedio de la población en situación de pobreza pasó de 2.3 a 2.4. En el caso de la población en situación pobreza extrema, el número de carencias promedio se mantuvo en 3.6.

Durante este período, 13 entidades tuvieron una reducción en el porcentaje de población en situación de pobreza, la mayor baja se registró en Nayarit de 35.7 a 30.4 por ciento, Colima de 30.4 a 26.7 por ciento y Zacatecas de 49.2 a 45.8 por ciento.

En contraste, el aumento de la pobreza se dio en 19 entidades, con los mayores incrementos en Quintana Roo de 51.0 a 59.3 por ciento, Baja California Sur de 18.6 a 27.6 por ciento y Tlaxcala de 51.0 a 59.3 por ciento.

Los mexicanos en situación de pobreza en zonas rurales se mantuvo en niveles similares, al cambiar de 57.7 a 56.8 por ciento, en contraste con las zonas urbanas, donde aumentó 3.2 puntos porcentuales al pasar de 36.8 a 40.1 por ciento.

El porcentaje de la población hablante de lengua indígena en situación de pobreza aumentó de 75.8 a 76.8 por ciento y el de la población no hablante de lengua indígena en situación de pobreza cambió de 39.3 a 41.5 por ciento.

Entre 2018 y 2020, el ingreso corriente total per cápita en México disminuyó 6.9 por ciento como resultado de la caída de todas las fuentes de ingresos, salvo las transferencias monetarias que aumentaron 16.2 por ciento.

De acuerdo con el Coneval, la emergencia sanitaria por el Covid-19, «ha profundizado los desafíos que enfrenta la política de desarrollo social en todos los ámbitos, principalmente, en el ingreso, salud, educación y alimentación de la población mexicana».

En términos de carencias sociales, el mayor cambio es el aumento de 12.0 puntos porcentuales en la falta de acceso a los servicios de salud, que pasó de 16.2 a 28.2 por ciento de la población.

Además, el rezago educativo incrementó 0.25 puntos porcentuales y la carencia a alimentación nutritiva y de calidad 0.31 puntos porcentuales, de acuerdo a la medición.

Aunque en los dos años mostró una disminución, la falta de acceso a la seguridad social, es la carencia social que presenta incidencia más alta en 2020 con el 52.0 por ciento de las personas.