Este sábado alrededor de 100 personas pertenecientes a colectivos católicos se manifestaron con el lema “Nayarit es uno con los niños”, en donde exigieron que el código civil de Nayarit no sea cambiado y siga diciendo que el matrimonio siga siendo exclusivo para la unión entre hombre y mujer y no entre personas del mismo sexo.

“Nosotros venimos manifestando el significado y la importancia que tiene nuestra familia, en si el matrimonio entre un hombre y una mujer. Ellos pueden tener su unión, se le puede llamar de cualquier manera y lo pueden hacer porque están en su derecho; así como yo tengo mi derecho a manifestarme y a expresarme, ellos también. Pero el matrimonio es entre un hombre y una mujer”, señaló la organizadora de esta marcha Adriana Flores.

A pesar de que los colectivos católicos también rechazan las familias uniparentales, dijeron desconocer que se había aprobado el divorcio exprés, el cual entró en vigor en Nayarit a partir del 22 de junio de este año.

“Porque desafortunadamente hay mucha mala información, entonces cuando nosotros empezamos a tratar estos temas, como que por el miedo a lo desconocido no se pretenden manifestar. Es únicamente la mala información que tenemos”, expresó. 

La marcha “Nayarit es uno con los niños” comenzó de la calle Proyecto hasta la Plaza Bicentenario y fue ahí donde fueron interceptados por feministas los cueles abogan por una igualdad de derechos así como el respeto hacia la diversidad sexual.

“La idea es visibilizar como te comentaba, visibilizar que hay personas que creemos en la importancia de la diversidad de todo tipo, sexual por lo tanto. Que consideramos que las personas no heterosexuales tienen todos los derechos y no tienen que ser considerados ciudadanos de segunda clase. Que al final de cuentas pagamos impuestos, contribuimos a la sociedad y que el hecho de que se nos prive de un derecho como es el matrimonio igualitario, pues consideramos que eso sería más cuestionable”, señaló Ángeles Ponce, integrante de Colectiva Feminista de Nayarit.

Este último grupo estuvo conformado por poco más de 20 participantes que calificaron como discriminación el impedir que personas del mismo sexo contraigan matrimonio y decidan formar una familia.