Un centenar de activistas se manifestaron frente al Viejo Edificio Postal, en repudio a los comentarios contra inmigrantes mexicanos
Al grito de “Donald, escucha, estamos en la lucha”, un centenar de activistas y legisladores locales realizó una sonora manifestación en rechazo a los comentarios del empresario contra inmigrantes mexicanos y en demanda de una disculpa pública.
“Nosotros, el pueblo, declaramos a Donald Trump en bancarrota moral”, rezaba una gran pancarta ondeada frente al Viejo Edificio Postal, que fue rentado por Trump en 2013 por 60 años para la construcción de lo que asegura será uno de los hoteles más lujosos del mundo.
Uno de los primeros en llegar a la protesta fue el puertorriqueño Héctor Rodríguez, del Consejo Latino del Distrito de Columbia, quien aseguró que “el mensaje para Trump por parte de los capitalinos es que carece de moral. Está despedido”.
Entre los participantes figuró la organización de defensa de los migrantes Casa Maryland, así como la delegada de la legislatura de Maryland Ana Sol Gutiérrez y los legisladores del Distrito de Columbia, Franklin García, Paul Strauss, Michael Brown, entre otros.
Antes de la protesta, los activistas y legisladores celebraron un momento de plegarias en el Parque de la Libertad, sobre la histórica avenida Pensilvania.
“Número uno, le pedimos una disculpa pública no a la comunidad sino al país y segundo queremos que otras personas que hacen negocios con este señor le pongan presión, que se unan a este esfuerzo”, señaló el legislador local Franklin Díaz.
Se estima que Trump invertirá unos 200 millones de dólares en la remodelación del edificio, un proyecto donde participa una alta proporción de trabajadores latinos. De acuerdo con The Washington Post, algunos de ellos son inmigrantes indocumentados.
Muriel Bowser, la alcaldesa afroamericana de Washington, no participó en la protesta pero calificó los comentarios de Trump como “idiotas” y “ofensivos”, pero dejó en claro que no tuvo que ver con el proyecto pues era del gobierno federal.
Aunque algunos trabajadores latinos salieron a la calle durante la protesta, enfundados en uniformes de trabajo y chalecos color verde, no se sumaron a la manifestación, aunque en privado algunos dijeron a la prensa que bajo ningún motivo votarían por Trump.
Cerrado a la circulación por las obras, el edificio exhibe una gigantesca manta azul con el nombre de “Trump” en letras blancas. Aún aparece la publicidad para el restaurante del chef español José Andrés.