Ante el regreso escalonado a la “nueva normalidad” se corre el riesgo de que las personas que han estado en confinamiento sufran de un estrés postraumático que se reflejará en un temor a salir a las actividades cotidianas por miedo a socializar y contagiarse de Covid-19; es decir, que padecerán del Síndrome de la Cabaña, alertó Luis Manuel Román Aréchiga, médico especialista en adicciones.

En entrevista con Excélsior, explicó que aunque  actualmente este síndrome no está clasificado, ni definido como una patología, los efectos secundarios que seguirá provocando el aislamiento debido al Covid-19, traerán como consecuencia que – en el corto plazo-, sea ya considerado como una enfermedad resultado de la pandemia.

Alertó, que si este conjunto de síntomas, no es atendido a tiempo, podría traer como consecuencia un aumento en el número de suicidios en nuestro país.

Cabe señalar que el origen de este síndrome que se conoce también como “Cabin Fever”, se remonta al Siglo pasado, cuando debido al invierno, las personas  tenían que pasar largas temporadas aisladas en sus cabañas -tal y como se ha vivido durante esta emergencia sanitaria-, experimentando síntomas depresivos y temor a salir.

“El síndrome de la cabaña es una expresión relativamente nueva que todavía no está tipificado en los libros de psicología o psiquiatría, pero como bien sabemos hay una enorme cantidad de situaciones, síntomas o signos que este confinamiento nos ha traído  y que se van a tener que estudiar y tipificar.

“Las características del síndrome de la cabaña, es lo que están sintiendo todas las personas que están siendo sometidas a un confinamiento y estamos hablando de situaciones que van más allá de un mes de estar aislados socialmente.

“Hay personas que están confinadas desde marzo, son personas que no están con la intención de reincorporarse  a su vida diaria o incluso están solicitando ya en sus centros de trabajo para quedarse en home office por el temor tan grande que están sintiendo ante el miedo ambiente, o incluso a relacionarse con otras personas por miedo a contagiarse”, explicó.

CONFINAMIENTO PODRÍA AUMENTAR EL NÚMERO DE SUICIDIOS

El también especialista en  estrés postraumático por la Universidad de San Pablo de Madrid, España, recomendó que las personas que han estado en aislamiento, deben empezar a identificar y buscar atención médica para tratar los síntomas que puedan derivar en el padecimiento del Síndrome de la Cabaña, de lo contrario, podrían experimentar un desenlace fatal y suicidarse.

“Las personas en confinamiento desarrollaron ya trastornos del sueño, ocasiones están paranoicos y se vuelven solitarios, apáticos y pesimistas. Sienten ansiedad, palpitaciones, sudoración, disminución en el apetito sexual, intolerancia, empiezan a comer de más y presentan sobrepeso y hasta obesidad.

“Y toda esta situación ya se está reflejando en el aumento de la  violencia intrafamiliar. El confinamiento nos va a llevar a situaciones muy graves que pueden destruir la dinámica familiar y la persona se siente tan afectada e incomprendida.

“Está comprobado que un largo confinamiento, rodeado como estamos de malas noticias, provoca desesperanza y una depresión mayor  que  puede llevar a tomar decisiones fatales y que pueden llegar al suicidio.

“Y como ha existido un incremento en los casos de violencia intrafamiliar, muy probablemente, en el mediano plazo, se puede registrar un mayor número de personas con depresión y un aumento en la tasa de suicidios”, advirtió Luis Manuel Román Aréchiga, médico especialista en adicciones.