¿Ese positivo, es realmente positivo?

Cuando mi esposo y yo decidimos empezar a tratar de tener un bebé, cada mes era la misma situación: miles de pruebas negativas y miles de pesos tirados a la basura. Y es que cada que me aparecía un negativo Google encontraba la forma de darme esperanza con historias como: mi prueba casera salió positiva hasta que tenía 4 meses de embarazo.

¿Cómo funcionan las pruebas de embarazo?

Las pruebas de embarazo, ya sean de orina o de sangre (las que te hacen en el laboratorio), buscan una hormona conocida como la hormona del embarazo (o hCG). Ante la presencia de esta hormona el resultado será positivo. La cantidad de hormona en tu cuerpo irá aumentando drásticamente durante las primeras semanas de embarazo.

Algunas pruebas necesitan una cantidad mínima de hCG para dar un resultado positivo, lo que las hace ser más sensibles e incluso poder dar un resultado positivo antes que las demás. Algunas otras son menos sensibles, lo que puede ocasionar que el resultado de tu prueba sea un falso negativo. Para disminuir las probabilidades de falla, compara entre las pruebas que tengas disponibles y compra la que sea más sensible (que requiera menos hCG). ¿Quieres salir de dudas por completo? Espera al menos 1 semana desde la fecha en la que esperabas tu periodo, ve a un laboratorio y pide una prueba de embarazo cuantitativa. Esta prueba te dirá exáctamente la cantidad de hCG que hay en tu cuerpo.

¿Qué tan confiables son?

Mientras sigas las instrucciones al pie de la letra, son 99% confiables. Y por al pie de la letra nos referimos a que te asegures que realmente tienes un retraso.

La menstruación está regulada por la fecha de ovulación. Seas regular o irregular, las probabilidades son que tu fase lútea (la última fase del ciclo menstrual, después de la ovulación) tenga siempre la misma duración. Puede ser que un ciclo hayas ovulado después de lo esperado, retrasando así tu fecha de menstruación sin que realmente esté retrasada como tal.

Para tener un resultado más acertado, espera al menos 5 días a partir de la fecha en que esperabas tu menstruación. Un positivo o un negativo a esas alturas seguramente será correcto.

Y sí, en algunos casos, las pruebas de embarazo pueden darte un resultado que sea un falso negativo, por lo que si no ves esa segunda rayita ¡no te desanimes! (o no cantes victoria). Si tienes un retraso en tu menstruación, prueba una semana después. ¿Sigue siendo negativo? Consulta a tu médico.

Otra cosa importante que tienes que tener en cuenta al usar una prueba casera de embarazo es la fecha de caducidad. Si la prueba está caduca su veracidad se puede ver afectada. Así que resiste la tentación de usar esa prueba que te sobró cuando estabas embarazada de tu primer hijo hace 4 años y compra una nueva.

Por último, es importante seguir las instrucciones que vienen en la caja junto con la prueba. Usar la primera orina del día te dará un resultado más veraz porque contiene la mayor concentración de hCG. Lee el resultado dentro del tiempo establecido para hacerlo. Las pruebas pueden generar líneas de evaporación después de 10 minutos de aplicadas que pueden parecer como positivos, pero realmente no lo son.

¿Cuándo se pueden equivocar?

Como todo lo que está hecho por el hombre, las pruebas de embarazo pueden fallar. Ya hablamos acerca del falso negativo, que se puede dar cuando aún es muy pronto para detectar suficiente hormona hCG.

Sin embargo, también existen casos en los que se dan falsos positivos. Los falsos positivos pueden ocurrir si:

-tuviste un aborto espontáneo dentro de las 8 semanas anteriores a la prueba.

-tomas medicinas indicadas para la fertilidad que contengan hCG.

-tienes alguna condición médica que ocasione que produzcas hCG.

-la prueba ha caducado.