Caldero Político

Aunque los pronósticos oficiales sobre el clima son cada día más certeros y  atinados, lo cierto es que nadie se escapa de la realidad: el cambio climático es uno de los problemas ambientales más graves de  la humanidad.

El calentamiento global  amenaza los ecosistemas mundiales, comprometiendo el desarrollo sostenible y el bienestar de la humanidad. Los estudios científicos muestran que el planeta enfrenta desastres humanos y naturales irreversibles en tanto la concentración atmosférica de CO2 continúa por encima de 350 partes por millón.

Las lluvias atípicas, tifones, ciclones, heladas, calores intensos, inundaciones, afectan la economía y la salud de los pobladores del planeta llamado Tierra, como resultado de esos cambios.

Para asegurar una estabilidad climática a largo plazo es necesario limitar el aumento de la temperatura global por debajo de los 2ºC respecto a los niveles preindustriales lo que implica volver a concentraciones de CO2 de 350 partes por millón, y en última instancia a las concentraciones preindustriales.

Es necesario que los países industrializados reduzcan para el año 2020 sus emisiones de gases de efecto invernadero un 40% respecto a los niveles de 1990 y al menos un 85 % en 2050. Igualmente  que los países en vías de desarrollo adopten tecnologías limpias que les permitan un desarrollo desligado del aumento de emisiones.

Frenar el cambio climático es un reto colectivo y que requiere una acción inmediata que conduzca a un modelo de desarrollo bajo en carbono. Por ello, con el objetivo general de reducir el impacto sobre el clima de las actividades humanas, se  viene trabajando en el campo del cambio climático de acuerdo a la siguiente filosofía: actuar de forma inmediata; pensar más allá de Kyoto; promover la responsabilidad compartida; conocer los  impactos y  calcular las  emisiones de gases de efecto invernadero.

Así mismo, reducir las emisiones y que los causantes de daños compensen  las emisiones a través de proyectos viables trabajando en red con otras organizaciones y entidades, gobiernos y sociedad civil.

Todos debemos de trabajar para cuidar el mundo de las emisiones tóxicas que afectan la salud del planeta. Los cambios globales ya nos afectan a todos los terrestres, incluyendo nuestro estado y país en general, como lo vemos en el día a día.

La vida del planeta está en nuestras manos. Y vemos los estragos en todo el país con severos daños y perjuicios a los humanos, aparte de la pérdida de vidas útiles.

VEREMOS Y DIREMOS.