Javier Aquino descarta temor al entorno que habrá en el duelo decisivo por la Libertadores. El club felino entrena en las instalaciones de Boca Juniors

Los Tigres de la UANL no tendrán miedo al entorno que presentará el Estadio Monumental de River Plate, cuando ambos equipos definan el título de la Copa Libertadores, dijo el mediocampista Javier Aquino.

Tigres, que empató 0-0 con River en el partido de ida disputado la semana pasada en ‘el Volcán’, llegó el lunes a Buenos Aires y comenzó su preparación para el trascendental partido en el que un triunfo lo convertirá en el primer equipo mexicano en adjudicarse el torneo continental.

“No nos asusta la cancha de River porque creo que llegamos con las cosas claras, sabemos que va a ser complicado, que es un equipo difícil, que jugar aquí (en Buenos Aires) no es fácil pero venimos con la mentalidad de llevarnos el título”, dijo Aquino, quien por una lesión había quedado marginado del partido de ida.

River, que en el Monumental ganó los títulos continentales de 1986 y 1996 y recientemente la Copa Sudamericana, sufrirá varias bajas por lesiones, como el delantero uruguayo Rodrigo Mora y su compatriota Tabaré Viudez. Además, y por suspensión, el defensor Gabriel Mercado tampoco podrá estar en la definición.

El uruguayo Egidio Arévalo Ríos, uno de los pilares del equipo de Tigres, minimizó la situación de los lesionados de River.

River posee un plantel con jugadores de mucha calidad y experiencia, pero nosotros tenemos que estar tranquilos, no desesperarnos y hacer las cosas bien’, aseguró.

Sobre el clima que tendrá la final en la que los hinchas de River ejercerán mucha presión sobre los felinos, Ríos resaltó que el secreto será cumplir con su objetivo.

Todos saben lo que es jugar ahí, va a ser su fiesta pero nosotros venimos convencidos de lo que queremos. Vamos a tratar de hacer nuestro trabajo y no especular con lo que haga River’, agregó el también seleccionado uruguayo.

Tigres es el tercer equipo mexicano en jugar la final de la Libertadores. Los anteriores fueron Cruz Azul en el 2001, cuando perdió la final por penales ante Boca Juniors, y Chivas de Guadalajara, que cayó en la final ante Inter de Brasil.