Se puede ahorrar en los alimentos sin tener que comer mal. Estos sencillos trucos harán que tu bolsillo esté menos apretado, pero tu alimentación siga siendo sana
1 Dile no a la comida chatarra
Trata de evitar una dieta compuesta por papas fritas, macarrones con queso y la hamburguesa del restaurante de comida rápida. Aunque resulten muy tentadoras, a la larga afectarán tu salud y tu bolsillo.
2 Prepáralo tú mismo
Haz en casa tu propio café, compra futas y verduras de temporada, reemplaza ocasionalmente la carne con otras fuentes de proteína como los huevos y frijoles. Si sales de excursión, lleva tus alimentos y botanas saludables como jícamas y pepinos. Si tienes que gastar en el trabajo, prepara tu propia comida, métela al refrigerador y ve llevándotela poco a poco a la oficina.
3 Planifica
Trata de saber con anticipación qué menú prepararás. Compra las ofertas y pruebas las marcas genéricas o “blancas” de los establecimientos comerciales. Te ahorrarás una suma considerable.
4 Las frutas y verduras no son caras
Quítate esa idea de la cabeza. Si compras frutas y verduras que son de temporada su precio suele ser muy razonable. Puedes tener tu pequeña huerta, si dispones de espacio en tu casa. Otra forma es cultivar en macetas, con los cuidados adecuados obtendrás frutos.
5 Prefiere productos no preparados
Están de moda las comidas que vienen pre sazonadas pero salen más caras. Trata de marinar tu propia carne, no necesitas que un establecimiento comercial lo haga por ti. Si necesitas carne de pollo, por ejemplo, cuesta menos comprar un pollo con hueso y piel, y después quitárselo, que comprar las pechugas de pollo deshuesadas.
6 Adquiere granos no procesados
Es mucho mejor y más barato guisar tus propios frijoles a comprar aquellos que vienen en caja. Prefiere los productos frescos, enfoca tu atención en las verduras, carnes magras y productos lácteos bajos en grasas, en logar de las galletitas y los bocadillos.
7 Guarda tus sobrantes de restaurante
Por último, esta experta recomienda que cuando salgas a comer y sabes que sirven en porciones grandes, pidas el sobrante para llevar. Así no desperdiciarás nada y te quedará para el almuerzo.
8 Divide la comida con tu acompañante
Otra forma de ahorrar cuando estás fuera es ordenar una entrada o ensalada, así como un plato fuerte y dividirlo con tu acompañante. Intenta hacer tus salidas en el día porque en la noche las cenas son más caras.
9 No desperdicies comida
Si tienes familia, acostúmbralos a que no deben desperdiciar la comida. Diles que se sirvan en el plato únicamente lo que se van a comer y si tienen alguna invitación para ir con amigos que te avisen para que hagas menos y no se quede mucho sobrante.
10 Fíjate en la fecha de caducidad
Trata de elegir los productos con mayor tiempo para su consumo y visualiza si realmente te acabarás el paquete en la fecha que está en el empaque. No hay peor cosa que se te echen a perder las cosas en el refrigerador, es una pérdida de dinero.