4 Cosas que cambian cuando eres mamá

No hay duda de que la etapa más bella e inolvidable de toda mujer es el embarazo, sin embargo no todo es lindo durante estos nueve meses

No hay duda de que la etapa más bella e inolvidable de toda mujer es el embarazo, sin embargo no todo es lindo durante estos nueve meses, pues las nauseas, los malestares y en ocasiones los sustos que pasas por culpa de tu gran barriga son de lo más aterrador que nos puede pasar, aunque por más duro que sea llevar vida dentro de ti, la recompensa más grande es tener esa pequeña partícula de alegría entre tus brazos.

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Y bien, como en todas las etapas, algo debe cambiar, en este caso son muchísimas las cosas que cambian, ya que cuando eres mamá entiendes el significado del amor en todo su esplendor; así que aquí van cuatro de las cosas que dejan de ser cuando decides traer al mundo a un pequeño.

  1. Tu cuerpo: Sí, es lo más obvio, tu cuerpo cambia y no solo me refiero a que el abdomen que antes era plano se convierta en una inmensa bola, sino que tus caderas también crecen, tus senos se agrandan, los pezones se oscurecen y en algunos casos la cola se pone tan grande y tonificada que no vas a querer que el embarazo termine.
  2. Dormir: Cuando eres mamá el significado de dormir se convierte en una utopía: durante los meses de gestación te levantas cada 10 minutos con malestar general o al contrario, sigues de largo con el ánimo de no volver a despertar, pues cuando lo haces sientes como si un tractor te hubiese pasado por encima y ni hablar de cuando nace el pequeñín, pues aunque no se levante a llorar, tu sexto sentido de mamá te hará permanecer en vela mientras le cuidas el sueño.
  3. Ducharte: La hora de la ducha no vuelve a ser la misma, si antes el agua fría te encantaba ahora puede que ya no sea tu favorita, pues durante el embarazo muchas mamitas prefieren un baño caliente para relajarse y terminan por acostumbrarse, sin embargo al regresar a la cotidianeidad la realidad es que no hay tiempo suficiente para consentirte, así que si logras por lo menos aplicarte jabón antes de que el bebé llore: ¡Felicitaciones! Es tu día de suerte.
  4. Estilo de vida: Si antes te daba igual ver el desorden de tu cuarto o la cocina desarreglada, ser mamá te hará cambiar el chip, pues una vez tienes un bebé empiezas a ser más responsable y consciente de que un ambiente sano es lo que necesita tu hijo, por lo que limpias todo minuciosamente y mantienes impecable cada rincón que antes ni notabas que estaba sucio.

¿Verdad o no? Tú que ya eres mamá, podrías contarnos tu experiencia?

 

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