La Organización Mundial de la Salud (OMS) conmemora cada 19 de octubre el Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Mama, como una manera de sensibilizar a la población mundial sobre la relevancia de la detección temprana, a fin de mejorar el pronóstico y la supervivencia de los casos de este padecimiento.
A nivel mundial, el cáncer de mama es el más frecuente en las mujeres, con un estimado de 1.67 millones de casos nuevos cada año, se estima que este padecimiento representa el 16% entre todos los cánceres femeninos. En México, el cáncer de mama es la primera causa de muerte en mujeres mayores de 25 años y de acuerdo con el Instituto Nacional de Cancerología cerca del 60% se detectan en etapas avanzadas, lo que disminuye considerablemente las posibilidades de recuperación.
Por otro lado datos de la Secretaría de Salud revelan que la tasa de mortalidad por cáncer de mama en México se ha ido incrementando, ya que en el 2006 era de 15.7 decesos por cada 100,000 mujeres mayores de 25 años de edad y en el 2015 cerró en 18 muertes.
El costo de los tratamientos contra el cáncer de mama suele ser muy alto y varía dependiendo del diagnóstico, tipo de tratamiento que requiere y condiciones de salud del paciente, sin embargo, el Instituto Nacional de Cancerología considera esta enfermedad como Gasto Catastrófico por el impacto que representa tanto para las instituciones de atención pública como para el gasto de bolsillo de las familias mexicanas.
El cáncer de mama es un padecimiento que afecta seriamente la salud, calidad de vida e incluso estabilidad financiera de quienes lo padecen y sus familias, por ello es fundamental reducir riesgos llevando una vida saludable cuidando su peso, evitando el consumo de tabaco y alcohol y realizando actividad física constante. Por otro lado, la revisión médica periódica también es fundamental para que en caso de presentarse el padecimiento, el paciente pueda recibir atención médica oportuna para incrementar sus posibilidades de éxito ante el tratamiento, disminuyendo el riesgo de mortalidad ya que ese estima que cerca del 90% de los cánceres son curables si se detectan a tiempo.
La Secretaría de Salud, indicó que los componentes principales de la detección son: la educación de la población y el tamizaje; la educación permite adquirir conocimiento acerca de los factores de riesgo, signos y síntomas de la enfermedad y de las acciones de detección. El tamizaje, consiste en la utilización de pruebas para detectar a las personas que aún no presentan ningún síntoma y que ya padecen la enfermedad. En el caso del cáncer de mama los métodos de detección oportuna son: ultrasonido mamario, mastografía o identificación de alguna anomalía mediante la autoexploración.