Cuanto más tiempo paso como adulto, más me doy cuenta de que ser niña fue una de las mejores etapas de mi vida. Cuando éramos niñas, todo era más fácil. No teníamos ninguna idea sobre el estrés y las deudas que el futuro nos esperaba.
Aquí hay algunas cosas que todas hicimos cuando éramos niños, y que sería lindo retomarlas.
Usar pijama todo el día
¿Recuerdas cuando entrabas y salías de casa con esa ropa tan cómoda? Puede haber sido porque tus padres estaban demasiado cansados para cambiarte, pero ni siquiera nos importaba. Ahora, sería bueno pasar un día en nuestro atuendo más cómodo y no sentirnos mal por eso.
No hacer planes
¿Recuerdas cuando te despertabas por la mañana sin un lugar donde estar pero sabiendo que el día sería increíble? ¿Por qué no intentas hacer eso de nuevo?
Comer TODO lo que querías
Cuando eres niño no tienes miedo de probar todo lo que se ponga frente a ti. Mucho menos cuentas calorías o te preocupas por tener un día para darte un gusto.
Dormir super temprano
A veces, me gustaría poder arrojarme a la cama a las siete de la tarde y despertar renovada y funcionando. De alguna manera, siempre termino durmiendo seis horas o menos y siempre estoy “revitalizándome” con café.
Tomar una siesta todas las tardes
La hora de la siesta era una de las mejores cosas de la infancia. Despertabas lista para jugar o divertirte. Lo que daría porque en la oficina me dieran media hora para poder tomar energía.
No peinarte
Asegurarte de que tu cabello luzca bien todos los días es mucho trabajo. Extraño los días en que podría hacerme colitas o trenzas, incluso echo de menos esos días donde no me importaba que mi cabello se esponjara.
Trabajar medio día
Todas podemos estar de acuerdo en que salir de la escuela a la 1 o 2 de la tarde era lo menor. No había nada como tener el resto del día para jugar, dormir o hacer lo que más nos gustara.
Ah, qué hermosos tiempos.