Desde hace 21 años no había un descubrimiento para la Costa de Jalisco
“Casquito de Vallarta” es muy vulnerable a desaparecer debido al crecimiento urbano de Puerto Vallarta, y a que su distribución es reducida.
El cuerpo –que apenas supera la palma de una mano– abandona su estado inerte. Reconoce su hábitat en un riachuelo en Puerto Vallarta, por el cual empieza a caminar entre la hojarasca, la sombra de los árboles y la intensa luz solar de mayo.
Se trata de un macho quelonio cuyo nombre común propuesto es “casquito de Vallarta”. En compañía de una hembra, sus pasos, más rápidos en comparación con los de otras tortugas, intentan escapar u ocultarse debajo de la tierra seca. Será por eso que se le conoce como “tortuga de lodo”. Su hábitat son arroyos y charcos efímeros.
“Casquito de Vallarta” forma parte de una especie micro-endémica, única en el mundo y una de las más amenazadas por el crecimiento urbano en dicho destino turístico.
Investigadores y estudiantes de la Universidad de Guadalajara (UdeG), la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT), la UNAM, la Universidad de Guanajuato y el Instituto Tecnológico Superior de Zongolica, en Veracruz, descubrieron esta especie de tortuga del género Kinosternon, de la que existen 12 especies y sólo dos habitan las tierras bajas de la región Pacífico Central Mexicano.
Dicho número de especies habían sido descritas por extranjeros, en tanto que ésta es la primera cuya descripción estuvo a cargo de mexicanos, que integran diferentes instituciones educativas, esto significa que el trabajo de investigación en este campo, está a la altura de lo hecho a nivel mundial.
Desde hace 21 años no había un descubrimiento para la Costa de Jalisco. El 18 de mayo pasado fue publicada la información en la revista científica Chelonian conservation and biology.
No obstante, el panorama no es halagador para “casquito de Vallarta”, ya que los investigadores del Centro Universitario de la Costa (CUCosta) de la UdeG, en más de 25 años de trabajo en la región, sólo han visto 20 ejemplares, y se prevé que el crecimiento urbano está deteriorando su hábitat.
El académico del plantel y uno de los descubridores, doctor Fabio Germán Cupul Magaña, explica que han encontrado la tortuga en ambientes modificados, lo que aunado al bajo número de especies y a que de los nueve ejemplares colectados sólo dos son hembras, está en riesgo de extinción.
Como está en un espacio tan reducido, el área urbana y periurbana de Puerto Vallarta, eso lo lleva a ser una especie con una alta vulnerabilidad de desaparición, advierte.
Al poblador de Vallarta, Ignacio Chávez, le ha tocado ver crecer al puerto “con sus buenos y malos hábitos”. Le gusta acampar, la pesca, la cacería, y conoce varios tipos de tortugas, aunque no recuerda haber visto la especie recién descrita. Considera que pudo haber sido afectada por el crecimiento de la ciudad y la contaminación.
Hace algunos años “todo era muy limpio: el mar, los ríos y todo era diversión para nosotros”, pero luego de que se detonara el crecimiento de Vallarta se han ido contaminando los ríos y los estanques, comenta Chávez.
Ante ese panorama, el investigador de la UdeG plantea que es urgente un programa de conservación de la especie, exploraciones en la zona para encontrar más poblaciones y un trabajo de reproducción, el cual se iniciará en la UJAT, y se espera realizar en el CUCosta.
Lo anterior es vital dado que el impacto que causaría su extinción se desconoce. “Eso todavía es más riesgoso; no sabemos qué otras especies están relacionadas con ellas, puedan llegar a desaparecer o ser perjudicadas”, enfatiza, y agrega que la especie puede ser un ícono de la conservación en esta zona de Jalisco.
El hallazgo tuvo como detonante la inquietud de pobladores, quienes informaron a investigadores de la UdeG que había una tortuga diferente. Esto fue hace 25 años, cuando los universitarios realizaban inventarios biológicos en la zona y no fue hasta hace unos años que se abocaron a evaluar y validar que se trataba de una especie nueva.
La recién descubierta tortuga fue nombrada científicamente como Kinosternon Vogti, en honor del herpetólogo estadounidense Richard Vogt, quien durante más de 40 años ha trabajado con tortugas de Estados Unidos, México y Centroamérica.
El trabajo de identificación estuvo encabezado por el investigador de la UJAT, doctor Marco Antonio López Luna, junto con Cupul Magaña y otros.
Lo que distingue a “casquito de Vallarta” de otras tortugas, según Cupul Magaña, es que “los ejemplares más grandes que hemos encontrado en la zona no superan los 10 centímetros, mientras que las otras especies que están aquí duplican ese tamaño. Además, el caparazón es mucho más ancho que alto”, dijo.