Con gol de Amaury Escoto, el equipo regiomontano se impone 1-0 en su visita a Oruro y con siete puntos es líder en el grupo seis de la Libertadores
Tigres obtuvo su segunda victoria en la Copa Libertadores, esta vez por 1-0 frente al San José de Oruro, aunque lo hizo sin el lustre que demostró en sus anteriores dos encuentros. Sufrió en la parte complementaria, en donde Nahuel Guzmán detuvo un penal que pudo significar la igualada.
Para el cuadro universitario, el tema de la altitud de la ciudad de Oruro, aproximadamente tres mil 700 metros sobre el nivel del mar, fue un asunto mayor que casi le arruinó la jornada. Mientras tuvo oxígeno fue muy superior al equipo boliviano, pero cuando le faltó, aparentó ser un cuadro falto en recursos.
En la primera parte, no hubo mayor obstáculo para el cuadro de la UANL. La altitud fue asimilada con tranquilidad y tampoco le afectó no contar con sus estelares Jesús Dueñas, Rafael Sóbis, Joffre Guerrón y Guido Pizarro, quienes se quedaron en México para recuperarse de algunas molestias físicas.
Ricardo Ferretti, fiel a su esquema de 4-4-2, armó una mezcla entre elementos que son suplentes habitualmente con jugadores titulares que le funcionó bien, que no se cansó y que además realizó bien su labor de controlar el balón, como le gusta. Pareció ser ese cuadro que utiliza habitualmente en la liga, incluso potencializado por el mejor desempeño físico de los jóvenes de la banca.
Ese mejor trato al esférico aplacó poco a poco el ímpetu del once boliviano, hasta dejarlo inerme, ante el asombro de la parcialidad local que también disminuyó en su apoyo con el transcurrir de los minutos. Suficiente futbol felino para tomar la ventaja en el partido.
En el minuto 38 llegó el gol regiomontano en una jugada surgida del ingenio de Damián Álvarez, en una escapada por la banda izquierda. El Enano se quitó fácil a un defensa rival, centró raso para asistir a Amaury Escoto, quien se adelantó a su marca para anidar el balón en las redes.
Sin embargo, el San José salió con un mejor ánimo a la parte complementaria, consciente de que la fatiga mermaría a los visitantes. Empujado por Abdón Reyes, con un mejor rendimiento futbolístico, casi logró el empate en un par de ocasiones, ambas detenidas por Nahuel Guzmán.