No todos los bienes incautados son propiedad del narcotraficante, pero tampoco fueron solicitados. Uno de los inmuebles en la capital de Sinaloa ya es utilizado como casa para niños con cáncer
Los dueños de los bienes asegurados con motivo de la detención del narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán no acudieron ante las autoridades, a efecto de reclamar y acreditar su legal propiedad durante los plazos establecidos; ahora esos bienes causaron abandono y están a punto de pasar a manos del Gobierno Federal.
Durante los meses de julio y diciembre de 2014, y marzo de 2015, la Procuraduría General de la República (PGR) efectuó las notificaciones en mención por medio de edictos publicados en el Diario Oficial de la Federación y otros medios de comunicación. Nadie se presentó.
La comunicación oficial y pública hacía referencia a los bienes muebles e inmuebles relacionados con las averiguaciones previas iniciadas por la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), a través de la Unidad Especializada en Investigación de Terrorismo, Acopio y Tráfico de Armas (UEITA), en las que se decretaron embargos precautorios los días 20 y 28 de febrero, así como el 3 de marzo de 2014.
En las indagatorias PGR/SEIDO/UEITA/025/2014, PGR/SEIDO/UEITA/027/2014, PGR/SEIDO/UEITA/30/2014, PGR/SEIDO/UEITA/033/2014, y PGR/SEIDO/UEITA/143/2014, hoy acumuladas a la averiguación previa PGR/SEIDO/UEITA/189/2014, quedaron asegurados los bienes muebles e inmuebles localizados con motivo de los operativos realizados por la PGR en Culiacán, Sinaloa, y que culminaron con la captura del líder del Cártel de Sinaloa el 22 de febrero del año pasado en Mazatlán.
Se estima que dichas propiedades -no todas acreditadas a Joaquín Archivaldo Guzmán Loera- tienen un valor comercial superior a 60 millones de pesos y para nada representan la enorme fortuna que el narcotraficante posee, según cálculos de la revista Forbes y analistas extranjeros, puesto que no se localizaron cuentas bancarias ni cantidades importantes de dinero en extranjero en los domicilios cateados.
Entre las propiedades aseguradas al “El Chapo” Guzmán y sus socios, se cuentan más de una decena de inmuebles, entre residencias, lotes, ranchos y comercios en los estados de Sinaloa y Durango; además de automotores, aeronaves, alhajas, relojes, aparatos de telefonía celular y equipos de radiocomunicación. Todos los bienes que se encuentran a resguardo del Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE).
Debido a que los edictos publicados y firmados por el agente del Ministerio Público de la Federación, Rafael Hernández García, no fueron atendidos por persona alguna dentro de los 90 días naturales que establece como plazo el Artículo 182-A del Código Federal de Procedimientos Penales, los bienes referidos causaron abandono y solo es cuestión de que en juicios de extinción de dominio llevados a cabo en el Juzgado especializado, se decrete su adjudicación en favor del Gobierno Federal.
Los inmuebles incautados precautoriamente y que nadie reclamó, son las residencias conectadas por medio de túneles al drenaje profundo de la ciudad de Culiacán, a través de los cuales presuntamente escapó Joaquín Guzmán Loera unos días antes de ser detenido en Mazatlán.
Las fincas son las siguientes: * Calle Constituyente Enrique Colunga número 1825, entre calles Froylán C. Manjarrez y Luis Manuel Rojas, Colonia La Libertad, Culiacán, Sinaloa. * Calle Constituyente Emiliano García número 1811, entre calles Constituyente Ciro Ceballos y Constituyente Joaquín Berlanga, Colonia Libertad, Culiacán, Sinaloa. * Calle Río Humaya número 137, entre Avenida Domingo Rubí y Calle Manuel Bonilla, Colonia Guadalupe, Culiacán, Sinaloa. * Calle Javier Mina número 1126, junto a las casas número 1118 y 1132, Fraccionamiento Los Pinos, Culiacán, Sinaloa. * Calle Puerto de Veracruz 1647, entre las Calles Bahía de Ohuira y Puerto Marqués, colonia Vallado Nuevo, Culiacán, Sinaloa. * Calle Cerro de las Siete Gotas número 642, Colonia Antonio Rosales y/o Colinas de San Miguel, Culiacán, Sinaloa.
En algunos casos, las autoridades federales ya dieron uso positivo a las propiedades incautadas, como sucedió con la finca de Calle Río Humaya, Colonia Guadalupe, cedida en comodato a una asociación dedicada a la atención de niños con cáncer y que brinda atención médica, servicio de alimentación, hospedaje y transporte a pequeños de muy escasos recursos económicos en Sinaloa.
En cuanto a los vehículos automotores afectos a las indagatorias por la aprehensión del jefe del Cártel de Sinaloa, sus lugartenientes y sicarios, se mencionan entre otros, los siguientes: * Camioneta Dodge Ram 2013 color rojo, placas UC-83 672 del Estado de Sinaloa. * Pick-up Nissan 2008 color gris con blanco, placas UC-76-716 de Sinaloa. – Volkswagen tipo van 2013 color gris, placas VNK-93-87 de Sinaloa. – Volkswagen Jetta 2003 color gris, placas VMJ-92-27 de Sinaloa. – Nissan Frontier 2004 con carrocería en color arena, placas TZ-73-468 de Sinaloa. – Mercedes Benz C280 modelo 2009, color negro, placas VMX-97-73 de Sinaloa, 2009. – Camioneta Chevrolet Cheyenne 2012 color plata, placas UC 74439 de Sinaloa. – Camioneta Chevrolet Captiva Sport 2013 color blanco, cuatro puertas, placas VMY-1584 de Sinaloa. – Camioneta Jeep Línea Wrangler Sahara 2013 color blanco, dos puertas, placas VNK2087 de Sinaloa. – Chevrolet Malibu 2011 color blanco, cuatro puertas, placas VNA 4038 de Sinaloa. – Camioneta Jeep Cherokee Overland 2006, color gris plata, cuatro puertas, placas VKP-2584 de Sinaloa.
También se encuentran aseguradas otras unidades Mercedes Benz blindadas y de lujo, así como los celulares BlackBerry que utilizaban los esbirros de la organización criminal y los incautados en el condominio Miramar de Mazatlán, donde además fueron localizados equipos de cómputo HP y tres costosos relojes: * Harry Winston No. 272. * Jeagger Lecoultre 1000-Master Grand Tourbillon-Hours. * Moon Dust-Dna Roman Jerome. En unos días más iniciarán los trámites correspondientes para que todos estos bienes muebles e inmuebles pasen a dominio definitivo del Gobierno Federal, por sentencia ejecutoriada de un juez, aunque quienes se reputen como legítimos propietarios aún podrían hacer valer los recursos judiciales que señala la Ley para revertir el fallo que se dictare.
Mientras, la pregunta sobre dónde está la enorme fortuna de Joaquín Archivaldo Guzmán Loera sigue sin respuesta.