La Verdad… Sea dicha
Por otro lado, en la idea de hacer más confiable el proceso electoral, y luego de las reformas políticas, al Instituto Nacional Electoral se le han implementado nuevas reglas de juego, se ha buscado ante todo apuntalar el sistema político en el marco de la democracia, con la participación ciudadana de una manera más accesible, con reales posibilidades de contender por un puesto de elección. También se ha dado entrada a nuevos partidos políticos, como si con los que tenemos no fuera suficiente; ahora habrá más gasto para otorgar presupuesto de campaña y actividades. Mire usted, amable lector; este 2015 el Instituto Nacional Electoral gastará 5, 356 millones de pesos que entregará a los partidos políticos para actividades ordinarias, gastos de campaña, educación cívica e investigación, de ese presupuesto el PRI recibe 1, 376 millones de pesos; el PAN, 1, 158 millones de pesos; el PRD, 886.1 millones de pesos, pero en total son diez los partidos que se agarrarán de la ubre gubernamental para la funcionalidad de sus organismos políticos; claro que se menciona que los gastos que realizan los partidos deben ser reportados y bien comprobados para evitar sanciones, pero ya sabe usted que, mañas sobran en esto de desaparecer los recursos públicos. El reparto de la partida electoral se otorga según el porcentaje de votación que cada uno de los partidos haya obtenido en la última contienda electoral federal realizada. Volviendo al tema de la credibilidad, la verdad, ya no sabe uno en quien creer, los partidos políticos un día son aliados y otro enemigos; en el Poder Legislativos, ahí donde nos deben representar con honestidad, los diputados y los senadores hacen extrañas alianzas según los intereses que en muchas ocasiones no son los intereses del pueblo; entonces aquello se vuelve una mescolanza que nada tiene que ver con la ideología partidista, la que como principio debiera ser algo así como la Biblia para cada uno de estos entes políticos. De este modo, en México tenemos una contienda electoral muy complicada porque tal vez como en otras ocasiones el abstencionismo será lo que predominará en las elecciones ante la poca confianza que los ciudadanos tenemos en relación con los candidatos que se presentan.
En otros avatares de la tierra Cora
Hace días platicando con el amable doctor Pavel Plata Jarero, el flamante Secretario de Salud de Nayarit, salió a colación el tema de los indigentes psiquiátricos, estas personas que deambulan por Tepic sin más ayuda que la bendición de Dios, enfermos mentales que viven de lo que algunas gentes les da, o de recoger alimentos de la basura. Plata Jarero honestamente comentó que construir un hospital psiquiátrico en Nayarit tal vez en este sexenio resulte algo difícil de llevar a cabo porque un hospital de este tipo requiere de una gran inversión económica, de muchos millones de pesos que no fueron presupuestados; y si ha eso le agregamos la problemática con la economía nacional, pues realmente se ve muy lejano que se pudiera cristalizar en lo que resta de este gobierno un lugar adecuado para los enfermos mentales. Aunque no está de más, ahora que están en boga las campañas para la elección de diputados federales, que alguna organización se acercara a los alegres candidatos para pedirles que por lo menos se comprometan a gestionar en la Cámara de Diputados federal la posibilidad de algún acuerdo que permita sugerir al Poder Ejecutivo un recurso económico para el nosocomio; de cualquier modo, por otro lado, pensando en que en dos años tendremos flamantes candidatos a la gubernatura de Nayarit, será importante que a los futuros contendientes la ciudadanía les haga comprometerse con la Biblia en la mano, con sangre, y por su madre, que una vez en el poder pondrán su real empeño para que ahora sí en Nayarit sea construido el tan necesario hospital para enfermos mentales, una demanda que por años ha sido ignorada, pero que ya debe ser atendida con seriedad
Cafeteando la noticia
Que multarán a un cine porque vende alimentos contaminados, está muy bien, aunque también deberían darle una vueltecita a las taquerías y restaurantes de la ciudad, porque hay lugares verdaderamente sucios. Una inspección y un análisis a los alimentos que procesan dejarían al descubierto lo poco cuidadosos que son algunos comerciantes, porque la verdad es que casi siempre que alguien pone algún negocio de alimentos luego de la primera visita que les hacen los inspectores, nunca se les vuelve a parar nadie a checar lo que venden. Para comentarios robleslaopinion@hotmail.com