El mundo puede acabar con el brote del ébola enÁfrica Occidental a fines del 2015, pero quedan meses de trabajo duro por delante, dijo el saliente jefe de la misión de Naciones Unidascontra el virus.
El actual brote, identificado por primera vez a principios de 2014, ha alcanzado seis naciones africanas, con Guinea, Sierra Leona y Liberia sumando la mayor parte de los 20 mil infectados y cerca de 8 mil muertos.
Para enfrentar las críticas de que el mundo no estaba haciendo lo suficiente, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, promovió en septiembre la misión de Respuesta de Emergencia al ébola (UNMEER, por sus siglas en inglés) para coordinar los esfuerzos globales.
“No hemos llegado a acercarnos a salir de la crisis. Hemos hecho mucho en 90 días con una respuesta muy exitosa pero tenemos un camino largo y difícil por delante”, dijo Anthony Banbury a periodistas en Acra, donde se basa la misión de la ONU.
“Va a continuar durante semanas y meses (el brote). Pero creo que lo conseguiremos en 2015 y vamos a trabajar muy de cerca no sólo con los gobiernos de los países sino con las comunidades”, agregó.
Banbury será reemplazado el sábado por Ould Cheikh Ahmed, de Mauritania.
Un repunte de los casos en Sierra Leona implica que UNMEER ha fallado en su objetivo de que para principios de diciembre el 70 por ciento de todos los pacientes con ébola hubieran sido tratados en unidades de aislamiento y que el 70 por ciento de los que murieron por ébola fueran enterrados correctamente.
Banbury declaró que ahora hay suficientes centros de tratamiento en la región.
El objetivo de un 100 por ciento de entierros seguros para finales de enero de 2015 está cerca de cumplirse, ya que ahora que hay unos 254 equipos operando en los países afectados.
Otros seis países, incluidos Nigeria, Senegal, Mali, Estados Unidos, España y Reino Unido han informado de casos llegados de los países más afectados.
La semana pasada, una enfermera fue diagnosticada con el virus en Reino Unido a su regreso de Sierra Leona. Está siendo tratada con plasma sanguíneo de un sobreviviente del virus y un antiviral experimental, según el hospital londinense donde está ingresada.