Con Visión Ciudadana
Ciertamente, desde hace algunos meses hemos visto una ofensiva publicitaria muy fuerte para posicionar tanto al Partido Verde, agrupación política en la cual milita el hoy gobernador, como al propio Manuel Velasco, quizá me equivoque pero al escuchar la radio es típico escuchar en los informes de gobierno y demás los avances que la administración estatal está generando, sin embargo escuchar en Jalisco o en Nayarit los avances que ha tenido el ¿vecino? Estado de Chiapas sin duda es algo novedoso, de igual forma los habitantes del Distrito Federal no sé qué tan interesados estén en saber sobre los avances en salud que se lograron a favor de las comunidades autóctonas de la Selva Lacandona de Chiapas, en referencia a aquel momento en que los espectaculares inundaron las calles de la capital del país con la promoción precisamente del Gobernador verde de Chiapas.
Con lo que hemos visto en las últimas semanas, con voluminosas multas al Partido Verde por promocionarse indebidamente en el cine o por los muy elaborados paquetes promocionales que han recibido personas que no necesariamente militan en el partido verde, podemos inferir que sí los expertos en mercadotecnia que trabajan para el Partido Verde están haciendo su trabajo de manera muy exhaustiva y más de alguno pudiera pensar que como campaña de publicidad, una boda con una mujer ampliamente conocida por la población mexicana pudiera ser un movimiento acertado hablando específicamente de la mercadotecnia y posicionamiento de un potencial candidato.
Pero bueno, a fin de cuentas, sea fruto del amor de dos personas o como mera preparación de un plan de mercadotecnia, la realidad es que de ninguna manera la unión entre el Gobernador de Chiapas, Manuel Velasco y su hoy esposa, es un movimiento ilegal o reprochable, muchas familias se forman hoy en día por peores razones o incluso se forman sin razón alguna lo que de hecho sí debilita la institución del matrimonio, pero en fin la realidad muchas veces supera a la ficción y si ambos se hacen felices o funcionan juntos de la manera que sea, nadie tiene derecho a juzgar sus acciones, aunque si vamos al mundo de la ficción probablemente el personaje de la exitosa serie “House of Cards” estaría muy orgulloso.