Véritas Liberabit Vos
Para cumplir con lo anterior no solo basta el trabajo diario en las aulas y en los comités, se requiere de programas de capacitación y formación docente adecuados a las necesidades sociales de la vida moderna, el uso adecuado de las Tics (Tecnologías de Información y Comunicación) que forman parte decisiva en el desarrollo académico así como el dominio de una segunda lengua compaginan una actualidad que exige una preparación que vaya más allá de la propia aula de clase y de los métodos tradicionales de enseñanza, con un nuevo paradigma para enseñar y aprender en el siglo XXI, donde se ha acuñado nuevos términos como el de “nativos digitales” que son quienes ya nacieron con la tecnología en sus manos, e “inmigrantes digitales” aquellos que hemos sido alcanzados por la tecnología y que estamos adoptándola en nuestra vida, este nuevo paradigma nos propone modelos de pedagogía de la coasociación , en la que los alumnos, nativos digitales, se especializan en la búsqueda y presentación de contenidos a través de la tecnología y los profesores que en este caso somos inmigrantes digitales, se especializan en guiar a los estudiantes proporcionándoles preguntas y contextos, diseñando el proceso de aprendizaje y garantizando su calidad.
La Educación ya no puede pensarse solo como un proceso estático donde el profesor dicte y el alumno anote, donde el alumno adopte una actitud pasiva ante un docente que solo expone y diserta, los tiempos nos muestran que la enseñanza sin perder la preponderancia fundamental del docente (por eso es que la Reforma inclina su máximo interés en la preparación del maestro) debe estar centrada en el alumno, donde el conocimiento sea para él un tesoro valioso con el cual pueda enfrentar los problemas de la vida, resolver situaciones y plantearse retos de crecimiento que lleve este saber a estadios más altos del intelecto, dentro de una formación integral fundamentada en los valores, egresando así mejores ciudadanos.
Por eso se necesita de un cambio en los aspectos pedagógicos basados en la tecnología, ya que como bien lo expresa el educador Stephen Heppell en una conferencia sobre Educación actual, primero, los alumnos de nuestras aulas están cambiando en gran medida como resultado de sus experiencias tecnológicas fuera de la escuela, y ya no están satisfechos con una educación que no se dirige de forma inmediata al mundo real en que viven; segundo, la pedagogía consistente en contar y hacer exámenes que en la mayoría de los casos se ha utilizado, se ha vuelto cada vez menos efectiva; y tercero la tecnología digital que está entrando ahora, más o menos rápidamente en nuestras aulas, usada correctamente puede ayudar a volver el aprendizaje de nuestros alumnos conectados con la realidad, atractivo y útil para su futuro.
Y es precisamente que esa naciente generación formada en la expectativa de la interacción la que ahora se puede considerar ya lista para poder desarrollar los métodos de enseñanza que se basan en la Educación por competencias fundamentados en el desarrollo de habilidades y en el conocimiento para saber hacer y que son la base para un aprendizaje significativo, donde las competencias genéricas sean un firme basamento para que posteriormente las competencias disciplinares y profesionales marquen la pauta de lo que será propiamente la orientación académica del educando reforzada con una formación humanista que le permitan orientar su vida axiológicamente.
Queda en nosotros como docentes poder aprovechar esta importante veta de oportunidad donde sea a favor de la Educación el modo de vida ya latente de esta generación de nativos digitales en aras de un desarrollo educativo donde el mundo de información que tienen a su alcance sea el trampolín de un conocimiento superior y beneficioso.