Caldero Político
Desafortunadamente, cuando en Nayarit ya pasaron unas elecciones que fueron locales, llegan otras de índole federal. Apenas anda la gente celebrando con sus presidentes municipales, regidores, síndicos o diputados, propietarios y suplentes, cuando la calentura arrecia por las diputaciones federales.
Sin embargo creemos en la democracia porque gracias a ella la decisión de cada quien ha servido para colocar en esos puestos a las mujeres y hombres más idóneos para que sigan transformando al estado como hoy lo hacen, cada cual a su manera, los actuales representantes populares, y así seguirá en los siguientes meses.
El potencial de Nayarit será superior si seguimos compartiendo un ambiente de paz, concordia, tranquilidad, sin los pleitos estériles o pugnas a veces exageradas que surgen por la competencia electoral, a veces alentada desde los partidos o grupos políticos. Ojalá que nuestra calma no se distorsione o altere como ocurre en otras entidades del país donde lamentablemente el pueblo sufre los estragos de la violencia, de los abusos y excesos del poder y el desajuste político. Tolerancia, diálogo, acuerdos y cumplimiento de compromisos son las divisas.
La propia Constitución obliga a los partidos políticos, al ser dotados de financiamiento público, a orientar, educar y hacer lo necesario para que vivamos en un ambiente democrático de alteza de miras y propósito y no en una arena donde los enfrentamientos sean más que el diálogo y el entendimiento.
México permite que nos expresemos libremente, que opinemos de manera abierta, que juzgamos cuando sea necesario y que critiquemos lo conveniente, respetando siempre los límites de la ley para no afectar a terceros. Pero ya disfrutamos de esos privilegios antes negados.
Ojalá podamos construir y transformar favorablemente el estado de las cosas, y para eso debemos permanecer unidos, atentos y a continuar trabajando por el estado y por el país.
Esto no quiere decir que debamos estar con los brazos cruzados o ajenos a los movimientos políticos que se avecinan sino todo lo contrario, ser participativos, activos y dinámicos ante la evolución de México y transformar el país.
Lamentamos los sucesos que ocurren en otros estados pero nos concentramos mejor en lo que en nuestro entorno sucede, vigilando que nuestras familias sigan gozando de la tranquilidad que ahora tenemos, lejos de la violencia, los desacuerdos y desatinos de los gobiernos en turno.
VEREMOS Y DIREMOS