Blanquearte los dientes de forma natural es posible si eres constante y sigues estos consejos
Cada vez queremos tener dientes más y más blancos porque creemos que eso es lo más estético y por nuestra vida diaria (consumo de café y cigarro, por ejemplo) nuestros dientes se van manchando y se tornan de un color amarillento.
Los estadounidenses gastan más de 1,400 millones de dólares en productos para blanquear los dientes todos los años. Sin embargo, la mayoría de estos productos no sirven o pueden sustituirse por cosas más baratas que tenemos en casa.
Si quieres algo seguro, puedes ir con tu dentista quien blanqueará tus dientes de manera profesional. Pero si no tienes mucho dinero o si quieres saber cómo mantenerlos blancos, sigue leyendo.
Bicarbonato de sodio y jugo de limón
El bicarbonato de sodio es ligeramente abrasivo; tallar suavemente las manchas superficiales de los dientes, harán que éstas tomen un tono más blanco. También es muy alcalino (lo contrario de ácido), lo que podría ayudar a equilibrar el Ph, que sería útil ya que el ácido descompone el esmalte. También reducirá la acidez del jugo de limón, que actúa como un blanqueador natural.
Forma una pasta con el bicarbonato de sodio y el limón. Toma tu cepillo de dientes y cepilla tus dientes con la pasta que creaste durante tres minutos. Enjuaga y repite de 3 a 4 veces a la semana.
Fresa, sal y bicarbonato de sodio
Las fresas son ricas en vitamina C, lo que puede ayudar a eliminar la placa dental que está causando tus dientes se vean de color amarillo. También cuenta con una enzima llamada ácido málico, que puede ayudar a eliminar las manchas superficiales. La sal actúa como una porción de la pasta abrasiva que ayuda a eliminar las manchas cuando se tallan los dientes.
Sigue las mismas instrucciones que para formar la pasta del bicarbonato de sodio y el jugo de limón. Puedes combinar estas dos pastas o elegir la que mejor te funcione.
Enjuague de aceite de coco
Enjuagarse la boca con aceite de coco es un único y viejo recurso que algunas personas juran que ayudan a blanquear los dientes. No suena como la cosa más agradable en el mundo, pero en realidad no importa el sabor, importa que realmente haga una diferencia en el color de tus dientes. No va a ser la gran diferencia en lo blanco de tus dientes, pero el ácido láurico del aceite de coco puede deshacerse de las bacterias que se encuentran en la placa de los dientes que puede hacerlos amarillos. Supuestamente, también es bueno para la salud de las encías y ayuda a mantener tu aliento fresco.
Enjuaga tu boca con el aceite de coco (solo o con agua para suavizarlo) durante 10 a 15 minutos todas las mañanas.