*Señal de los tiempos. La habitual celebración del 15 de mayo, Día del maestro, ahora marca el banderazo inicial de la temporada alta de las protestas y los reclamos económicos, incrementados a partir de la aprobación de la Reforma Educativa. Voz de la disidencia magisterial: “No hay nada que celebrar, es fecha de lucha y de protesta”.
El modus operandi de la CNTE es a través de marchas, plantones y paros laborales, motivados por arbitrariedades oficiales en agravio de sus derechos constitucionales. Así se describe a sí misma la CNTE: “Organización de masas conformada por los trabajadores democráticos del país, independiente de la burguesía y su Estado, del charrismo sindical y de cualquier organismo político”.
La fuerza y el control de la CNTE se concentran, fundamentalmente, en Oaxaca, Michoacán y Guerrero, amparados en las secciones 22, 14 y 18 del SNTE. O sea, la CNTE se resguarda en sectores del sindicato oficial. La Coordinadora ha sabido convencer a gobernadores aferrados al cargo a cambio de valiosas concesiones, como es el haber obtenido el control sobre el Instituto Estatal de Educación Pública en Oaxaca, gracias a la magnanimidad del entonces gobernador Heladio Ramírez, cesión que ha redundado en inusuales prebendas a favor de los agremiados de la misma CNTE, en cuanto a salarios, 90 días de aguinaldo, decisión sobre plazas magisteriales… Una de las principales rabietas de la CNTE es que la Reforma Educativa cancela el pago de nóminas magisteriales a cargo de los estados mediante fondos proporcionados por la Federación, quedando ahora dicha responsabilidad a cargo de la SEP, viéndose precisada ésta a aplicar un riguroso censo a fin de depurar el padrón magisterial.
Que alguien me explique. La Reforma Educativa fue aprobada en diciembre de 2012 y es a partir de entonces que la CNTE, la CETEG e incluso el SNTE —supuestamente— han firmado 17 distintos convenios modificando lo ya establecido por la ley, precisamente, con la Secretaria de Gobernación, ¿y la SEP? Ejemplo: En agosto de 2013 se acordó que ningún maestro que repruebe la evaluación correspondiente sea despedido o separado de su cargo. Dicho acuerdo contradice lo establecido en la Ley del Servicio Profesional Docente.
De las contadas declaraciones al respecto emitidas por el secretario de Educación Pública, pareciera que el funcionario está viendo una película distinta, sin embargo, vale la pena analizar los distintos conceptos que, probablemente, no se han sabido extender al conocimiento público. Considera el secretario Chuayffet que la ciudadanía tiene la garantía constitucional de exigir servicios educativos de calidad para sus hijos, que la Reforma Educativa no tiene marcha atrás, que México ya no es el mismo, que son unos cuantos en Oaxaca y Guerrero quienes pretenden controlar la educación, que se debe terminar con el chantaje de los maestros que defienden intereses ilegítimos, como la venta de plazas y cobro de cuotas. El secretario reconoce que a los maestros se les otorga cuanto se les ocurre y que pueden atemorizar a la ciudadanía e interrumpir servicios comunitarios sin represalia alguna. Emilio Chuayffet no descarta la intervención de la Federación en los estados renuentes, enviando maestros sustitutos, incluso suprimir el poder de la CNTE en el Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca, donde, a excepción del titular, la Coordinadora elige a la totalidad de los funcionarios.
Los maestros disidentes se pasan por el arco del triunfo la Reforma, e incluso Bucareli. El reloj sexenal avanza implacable. El escepticismo y el desánimo cunden.
Un solo camino. Aplicar la Reforma Educativa.