El español Rafael Nadal y el serbio Novak Djokovic debutaron ayer sin excesivos alardes en el Abierto de tenis de Francia y dieron el primer paso hacia el esperado choque de trenes en cuartos de final.

Nadal, defensor del título y nueve veces campeón, derrotó al juvenil francés Quentin Halys por 6-3, 6-3 y 6-4 en un encuentro sin mucho ritmo, mientras que Djokovic se impuso después al finlandés Jarkko Nieminen 6-2, 7-5 y 6-2.

“En mi servicio he estado muy sólido, he pegado buenos ‘drives’ paralelos, he mantenido bien la pelota en juego, creo que he hecho el partido que tenía que hacer, correcto. Estoy satisfecho con lo que he hecho”, explicó Nadal, séptimo del ranking mundial, tras batir a un jugador que buscó un “winner” prácticamente en cada tiro.

El español, considerado el “rey” de la arcilla, llegó este año a París con muchas dudas en su tenis después de un final de temporada 2014 marcado por percances físicos y un inicio de 2015 en el que se quedó muy lejos de poder igualar los excelentes resultados que obtuvo a lo largo de su carrera en polvo de ladrillo, su superficie favorita.

“Creo que he perdido continuidad, me ha faltado más continuidad. Velocidad no he perdido, efecto no he perdido, ‘winner’ no he perdido. Me falta continuidad, estabilidad”, dijo Nadal, que se medirá en la segunda ronda a su compatriota Nicolás Almagro, vencedor del ucraniano Alexandr Dolgopolov por 6-3, 2-6, 6-4 y 7-6 (8-6).

Vestido completamente de azul, Nadal no mostró un tenis arrollador durante la hora y 50 minutos de partido ante Halys, de 18 años. Pero despacio y con buena letra, logró imponer su juego y su historia ante un tenista que disputó hoy su segundo encuentro en el circuito profesional.

El español, muy seguro en la red, con la derecha y con el revés, logró su victoria número 90 sobre arcilla al mejor de cinco sets. En esas circunstancias sólo sufrió una derrota, en los octavos de final de Roland Garros 2009 ante el sueco Robin Soderling.

El ex número uno del mundo y campeón de 14 Grand Slam siempre fue de menos a más en París, por lo que los resultados y las sensaciones de la primera semana son claves. Y más este año, con un potencial duelo con Djokovic en cuartos de final.

El serbio, líder indiscutible del ranking, tuvo un encuentro aparentemente plácido ante Nieminen según el marcador, pero el finlandés bien pudo alargar el partido en la segunda manga, cuando sacó para llevarse el set.

Djokovic remontó, se adjudicó el parcial y terminó tumbando a Nieminen para citarse en la segunda ronda con el ganador del duelo entre el luxemburgués Gilles Muller y el italiano Paolo Lorenzi.

El número uno del mundo aspira en París a levantar el último Grand Slam que le falta en el palmarés y unir su nombre a los de Fred Perry, Don Budge, Roy Emerson, Rod Laver, Andre Agassi, Roger Federer y Nadal como ganadores del “Career Grand Slam”.

Djokovic llega a París como indiscutible líder del circuito tras ganar todos los grandes torneos que disputó en 2015, el Abierto de Australia y los Masters 1000 de Indian Wells, Miami, Montecarlo y Roma.

Por la mañana, el español David Ferrer alcanzó las 300 victorias en arcilla al vencer al eslovaco Lukas Lacko por 6-1, 6-3 y 6-1.

Octavo del ranking con 33 años, Ferrer es el segundo tenista en activo con más triunfos sobre polvo de ladrillo. El único que está por encima suyo en la lista es Nadal, que con la de hoy suma 336 victorias. El suizo Roger Federer, por ejemplo, ganó 207 encuentros en esa superficie.

“El primer partido nunca es fácil y pude ganar en tres sets, así que eso es importante”, dijo Ferrer, que chocará en segunda ronda con su compatriota Daniel Gimeno-Traver.

También avanzó el croata Marin Cilic, vigente campeón del US Open, que superó 6-2, 6-4 y 6-2 al holandés Robin Haase. El búlgaro Grigor Dimitrov, posible rival de Nadal en octavos, quedó en cambio sorpresivamente eliminado al perder ante el estadounidense Jack Sock por 7-6 (9-7), 6-2 y 6-3.

El cuadro femenino no presentó hoy grandes sorpresas y vio a avanzar a favoritas como la estadounidense Serena Williams y la checa Petra Kvitova.

Williams, la número uno del mundo, se impuso a la checa Andrea Hlavackova por 6-2 y 6-3, mientras que Kvitova, doble campeona de Wimbledon, superó con algún susto a la neozelandesa Marina Erakovic por 6-4, 3-6 y 6-4.