El Sevilla conquistó ayer su cuarta Liga Europa y segunda consecutiva al vencer por 3-2 al Dnipro de Ucrania en un encuentro decidido gracias a un “doblete” del colombiano Carlos Bacca, la estrella de un duelo vibrante.
El equipo español acudió a la final como favorito ante su modesto rival, pero sufrió mucho más de lo pensado ante un rival que evidenció ser un adversario con méritos.
Dos goles de Bacca y otro de Krychowiak superaron los tantos de Kalinic y Rotan, con lo que el Sevilla disputará la próxima edición de la Liga de Campeones, el premio por conquistar la Liga Europa.
Además, el Sevilla se convirtió en el primer equipo en conquistar cuatro títulos de la Liga Europa, antes Copa de la UEFA.
La primera parte fue espectacular y los dos equipos impusieron alternativamente sus muy diferentes propuestas. Mientras el Sevilla apostó por la presión en campo contrario y las combinaciones, el Dnipro propuso un repliegue intensivo con un fútbol más directo.
Y fue el conjunto ucraniano el primero en golpear. Ocurrió a los seis minutos en una jugada llena de vértigo. Cuatro pases le bastaron para ir de área a área y al final resolvió Kalinic con un impecable cabezazo.
El equipo de Emery pasó a jugar sus mejores momentos y no extrañó que llegara su segundo gol. A los 30 minutos, José Antonio Reyes dibujó un pase espectacular hacia la carrera de Bacca, quien superó a Boyko con un bonito amague para empujar el balón a la red.
Sin embargo, el Sevilla no supo tener el balón en la parte final de la primera mitad y el Dnipro le creó numerosos problemas con los balones largos hacia la cabeza de Kalinic.
En una de esas jugadas llegó una falta cerca del área y un magistral lanzamiento de Rotan. El arquero español, Sergio Rico, vio tarde el balón y no pudo alcanzar el ajustado disparo.
La segunda parte fue diferente, mucho más táctica. Los dos equipos interiorizaron que el más mínimo error podía costar el título y las precauciones se extremaron. El Sevilla comenzó a tener más problemas para generar fútbol y muchas veces optó por el balón en largo.
El encuentro quedó para una acción individual, para una jugada aislada. Y ésta apareció a los 73 minutos, en una maniobra en la que al Dnipro le faltó contundencia para intentar despejar un balón. Vitolo vio la posición de Bacca, quien ajustó al milímetro su desmarque, y el colombiano marcó con un preciso remate.
El final del choque encontró espacio para un momento dramático cuando el futbolista brasileño Matheus, del Dnipro, se desvaneció en el campo sin que hubiera ningún contacto con un rival. Se retiró en camilla, aunque consciente y aparentemente fuera de peligro.
Finalmente el título viajó de nuevo hacia Sevilla, como el pasado año. El campeón renovó su título y será equipo de Liga de Campeones la próxima temporada.