El paisaje sonoro por las mañanas eran las risas estentóreas y el taconeo de las mujeres. Por las noches, los gritos de borrachos y de las serenatas. Otro elemento básico para describir el ruido de Tepic, además del chacuaco del molino y el pitido del tren, era la radio. La radio a todo volumen.
Se podía caminar cuadras y cuadras, y llevabas acompañado el ritmo, la tonada y la letra de la música que por aquel entonces se programaba en las tres estaciones de AM que funcionaban: la XEOO, LA XEXT, Y LA XERK.
El servicio de transporte público se prestaba con no más de 70 unidades, que cubrían 4 rutas, todas de ida y vuelta. Les decíamos “circuitos” a los camiones. Las “orillas” de la ciudad capital de Nayarit estaban en la Cruz, en el parque Juan Escutia, en el Molino de Menchaca y en el río Mololoa. Pareciera que no iríamos a crecer ya más.
Las mujeres jóvenes iban a las Academias. Los muchachos se enseñaban a tocar guitarra y a solfear. Se escuchaban las Orquestas, la orquesta Olímpica de Asunción Tovar. La orquesta Moderna del Chino López, Los Satélites de don Salvador Sánchez “El Bigos” y Los Hermanos Fuentes, siempre aristocráticos.
Pero era un tiempo de rebeldías, de rock, de guitarras eléctricas y de sintetizadores. De modo que se empiezan a formar los grupos rocanroleros, aún y cuando solo actuaban en fiestas familiares y grupos privados.
Nos cuenta Miguel Ángel Casillas Barajas en su libro “La Sonrisa de Christine”, que se consideran como pioneros de rock en Tepic al grupo “The Coras Twister”, integrado por los hermanos Rafael y Rosendo Rivera Montero, Beto Graxiola, Luis Peralta, Aurelio Coronel, “El Charal” y Chonillo Tovar.
Prácticamente, este grupo nace en 1962 para amenizar las fiestas en la Academia Pitman que estuvo en Veracruz y Abasolo y que era propiedad de la familia Rivera.
Ya en 1964, con el furor del rock, nacen Los Vagabundos, Los Tewals, y Los Fugitivos, éstos últimos liderados por el propio Miguel Ángel Casillas.
En Los Fugitivos, inició de vocalista Ismael Montes Nieves, quien más tarde se convertiría en la primera voz del famoso grupo chileno, Los Ángeles Negros.
En cuanto a Los Vagabundos, el más representativo grupo de rock en Tepic desde 1965 hasta 1981, se fue desintegrando ante la desventura de dos accidentes de carretera, en que murieron Chuy Barrón tecladista, Andrés Villa, baterista, y Ramón Montes, el líder de la agrupación.
Falta mencionar algunos casinos de baile de la época: el CoryPac, el Batemeta, el Casino de Tepic, la Cámara Junior, la Cueva de Leones, el Club Río Ingenio y otros más.
The Coras Twister’s
Se les considera pioneros del rock en Tepic. Incluían en su repertorio éxitos de Los Teen Tops y rolitas de Los Apson, tan de moda entonces. El grupo se desintegra porque los hermanos Rivera Montero, deben partir a Guadalajara a continuar sus estudios profesionales.
Los Hermanos Fuentes
Las orquestas en México comenzaron a rocanrolear pues era la exigencia en los bailes. Agrupaciones tan tradicionales como Los Hermanos Fuentes de Tepic, tenían que incorporar a su repertorio canciones como El Rock de la Cárcel, o Popotitos.
Esta orquesta llegó a tocar a la XEW a nivel nacional, por donde tenían que pasar los artistas de fama. De la mano de don Domingo Fuentes primer violín y director, la integraban también sus hermanos Francisco, segundo violín, y Antonio, tercer violín. Un sobrino, Javier Fuentes, se integró muy joven en la batería y percusiones.
Los Hermanos Fuentes tenían casa y estudio por la avenida Insurgentes poniente, que para entonces solo era Carretera a Mazatlán, a la altura de donde hoy es el Fraccionamiento Estadios. También estuvieron Juan Sandoval en la guitarra y en el contrabajo, José García Rodríguez, “Chon”.
Hicieron giras también a USA y a Xalapa, Veracruz.
Los Fugitivos
En 1965, Los Fugitivos estaban conformados por su creador Miguel Ángel Casillas Barajas (segunda guitarra); Lorenzo Gómez (vocalista); Miguel Moreno Fabián (requinto); Roberto Amaral (batería); y Pepe Cortés (bajo eléctrico).
En este grupo versátil hay rock y baladas románticas, como lo pedía la época.
En los cambios Amaral se va a Los Vagabundos y llega de primera voz Ismael Montes, quien en 1974 es seleccionado para integrarse a Los Ángeles Negros. Tocaban para entonces en “El Sótano” una de las primeras “Disco” de Tepic.
Ismael Montes es todo un caso, pues se hace famoso en Latinoamérica cantando para Los Ángeles Negros. En una presentación de este grupo aquí, para un baile estudiantil que se realizó en el estacionamiento subterráneo del Portal Vázquez, el vocalista chileno Germain de la Fuente fue despedido por su mal comportamiento.
Se les comenta que en Los Fugitivos hay un cantante capaz de cubrir el puesto de Germain. Van a escucharlo y en efecto, le giran invitaciones para participar en un concurso de suplencia a realizarse en Caracas, Venezuela. Ismael Montes gana el casting.
Por ese tiempo también se comentaba que otro nayarita, Camerino López, intentó concursar para ser la primera voz de Los Ángeles Negros, pero que por no cumplir con el papeleo, se quedó en el aeropuerto de la ciudad de México y no pudo salir del país.
Ismael Montes, a quien sus amigos le apodaban “El Raja” por su cicatriz en el rostro, no duró mucho en Los Ángeles Negros, hizo notables éxitos, pero abandonó la agrupación. Vivió en Estados Unidos, y tras una vida azarosa, se refugió en la música religiosa. Murió en Tepic, por ahí del 2010.
“La Verdad” de San Blas
Este grupo se identifica cien por ciento con el rock. Quizá haya sido el primer conjunto que ya estaba plenamente identificado con el movimiento que revolucionó la música en la historia: el rock. Lo integran los hermanos Michael y Jackie Mc Donald. Por su aspecto físico y su nombre propio, los confundían como “gabachos” pero eran de Mazatlán, Sinaloa. Michael vive en San Blas donde ya es parte de la vida del puerto. Jackie emigró a Australia, pero sigue visitando San Blas y aún se juntan a echar la tocada. “La Verdad” era el primer grupo grueso. Aún perduran y se les puede escuchar en bares y hoteles típicos de San Blas.
“La Explosión” de Ruiz
Otro grupo enteramente rockero fue “La Explosión” que se había integrado en la cabecera municipal de Ruiz. Este conjunto vino a Tepic varias veces a alternar con Los Vagabundos y con grupos de Guadalajara como el “39. 4”, “La Revolución de Emiliano Zapata”, o como “Los Dugs Dugs”, de Durango.
Llamaba la atención el requinto de Lucio Vázquez, un tipo grande, moreno y muy apaciguado. Llevaba el ritmo exacto del rock. Tan luego, queda incorporado a Los Vagabundos, en donde siguió hasta que éste grupo quedó desintegrado por la muerte de tres de sus principales músicos.
En otro apartado, podemos mencionar al grupo “Los Átomos” parte de rock y parte de versátiles, quienes se presentan con éxito en la primera Feria Nacional de Tepic en 1967 en la Ciudad de la Cultura. Los dirigía Ernesto Herrera, un técnico en electrónica que también se enseñó a la música.
Los Vagabundos
Este es un caso aparte. Harían falta capítulos para conocer la historia de este grupo que vivió de 1965 a 1982. Sin “Los Vagabundos, en esos 17 años de la vida social de Tepic, no se escribiría la crónica de esta ciudad. Los Vagabundos fueron parte de los viejos de su época y de los jóvenes que nacían. De manera que con este grupo se abarcan tres generaciones.
Eran muy generosos, amables. Iban a cumpleaños, bautizos, bodas. Les sobraba tiempo para presentarse en bailes estudiantiles o en las plazas.
Su líder Ramón Montes era un tipo carismático, y parecía influir en los demás integrantes. Andrés Villa, de los primeros bateristas de Los Vagabundos era carismático. Su muerte en accidente de carretera fue causa de dolor entre los admiradores de este grupo. Chuy Barrón, “El Chino” era carismático. Roberto Amaral quien llegó a suplir a Villa era carismático. El Charal Aurelio Coronel, era carismático. Lucio el requinto era carismático. Parecía que se seleccionaba el tipo de educación, junto con el modelo musical de cada integrante.
Los Vagabundos tuvieron auge en los setenta. Su cuartel general estaba en un barrio tradicional de Tepic, en la esquina de las calles Puebla y Victoria, el llamado “Espinazo del Diablo”. Tenían un camioncito para trasladar sus equipos, que por cierto, siempre fueron “de punta”. De hecho se llegó a saber que casi todos los ingresos del grupo se destinaban a actualizar equipos y uniformes.
Roberto Amaral, quien vive en el estado de Washington, USA y que tiene un grupo llamado “Banda Vagos” nos relata que en aquellos tiempos, Los Vagabundos utilizaban Bocinas “Shure”; guitarras “Gipson Fender”; amplificadores “Acoustic Ampeg”; y batería “Ludwig”.
Son marcas que aún persisten. “Solo pocos grupos teníamos esos equipos en el país”, nos aclara Amaral.
En otro accidente, a principios de los ochenta, mueren Chuy Barrón y Ramón Montes. Iban a Guadalajara a comprar uniformes y en Plan de Barrancas se voltearon. Fue un trauma tremendo para todo Tepic.
La sociedad les lloró. Mucha gente sabía que sin Los Vagabundos, era difícil que sobreviviera la música de rock tal y como la ejecutaba nuestro grupo. Pudo haber otros conjuntos. Vinieron otros ritmos, otros géneros. Los Vagabundos solo existían en la memoria de Tepic. Grabaron poco. Solo un disco de diez canciones. Su fuerte, su negocio, no era vendernos mercancías. Su existencia se debió a que la pequeña ciudad de Tepic debía tener su propio sonido, y lo tuvo en ellos. Y así como ya la ciudad se olvidó de sí misma, Los Vagabundos son esos fantasmas que salen a nombre de ese Tepic que ya quedó abandonado en la tumba de nuestro pensamiento colectivo.