¿Gastaste más de lo que debías? ¡Recupérate rápidamente!
Hace algunos años recuperarme de la cuesta de enero me tomaba alrededor de 5-6 meses. Para junio o julio por fin había saldado mis deudas y estaba lista para volver a gastar. Conforme fue pasando el tiempo, mis deudas se fueron acumulando cada vez más y más hasta que me empecé a sentir ahogada en ellas. Era hora de un cambio.
Así que después de un año de completa austeridad logré pagar todas mis tarjetas de crédito y era hora de volver a gastar, pero esta vez sería diferente. Esto fue lo que hice.
Por más que te lo propongas, no gastar en Navidad implica siempre gastar, aunque sea poco, aunque sea casi nada. Pero el secreto de evitar la cuesta de enero no está en cómo gastar sino en cómo pagar. Sigue estos simples consejos y enero dejará de ser el mes más pobre para convertirse simplemente en el primer mes del año.
1. Gasta con conciencia. Sí, ya sé que dije que el secreto no estaba en cómo gastar, pero tienes que empezar por algo. Empieza con un presupuesto y trata de apegarte a él. Recuerda que no importa cuánto trates de saldar tus deudas, si gastas más de lo que ganas va a ser imposible lograrlo.
2. Evita los meses sin intereses. Créeme que yo también he estado ante esa tentación (llámese celular, vestido, bolsa, computadora, zapatos, cámara…) que tienes que tener pero tu sueldo no alcanza para pagarla de contado. No se trata de que no cambies tu celular o tu computadora, sino que lo hagas de forma inteligente. Elige siempre el plazo menor, no quieres terminar con una deuda que dura más que el producto en sí. No compres muchas cosas a la vez, por más pequeña que sea la mensualidad, le va sumando a tu deuda y recuerda que cada centavo cuenta. Trata de liquidarlo anticipadamente, en particular cuando se trata de deudas grandes, como coches o un crédito hipotecario.
3. Rechaza las ofertas de los bancos. También he estado en esa tentanción del banco que te ofrece tu cuarta o quinta tarjeta de crédito con un límite de crédito un par de veces mayor a tu sueldo mensual. Entre más línea de crédito tengas más difícil te será controlarla, así que no caigas en esta tentación, quédate con una tarjeta de crédito para emergencias y usa efectivo o débito para tus compras normales. Ah, sí, esto también incluye las tarjetas departamentales.
4. Dale más del mínimo. Si únicamente pagas el pago mínimo en tus tarjetas tardarás años en saldarlas y acabarás pagando mucho más de tu deuda inicial. Lo ideal es que cada mes liquides tu deuda completa, pero si no puedes hacerlo, al menos paga siempre un poco más del pago mínimo.
5. Liquida de menor a mayor. Si tienes varias deudas, en lugar de pagar poquito en cada una, empieza por tratar de liquidarlas todas, iniciando por las más bajas. Eventualmente tendrás dinero suficiente pagar liquidar tu deuda mayor si dejas de pagar tus deudas menores.
6. Cancela los seguros. Si tu empresa ya te da un seguro de vida y de gastos médicos mayores, es importante que hagas un esfuerzo y canceles los seguros que los bancos te ofrecen con cargo automático a tu tarjeta. Es poco probable que los utilices, que se puedan cobrar o que le sean útiles a tus familiares en caso de que ocurriera una tragedia. Como te dije antes, cada centavo cuenta, así que ahorra tanto como puedas de cualquier lugar.