La Selección de Chile hizo valer los pronósticos y dejó de lado el escándalo de Arturo Vidal para vencer 5-0 a Bolivia y de esa forma quedarse con el primer lugar del Grupo A para seguir el camino tal y como estaba trazado desde un principio.
Bastó un primer ataque y 45 minutos luminosos de los dirigidos por Jorge Sampaoli para conseguir las tres unidades que revirtieron las dudas que dejó el empate contra México y volviera la ilusión de ser uno de los favoritos a llevarse el título del continente.
Charles Aranguiz apareció por sorpresa a los 3 minutos del primer tiempo para marcar el primer gol en una pelota larga que Alexis bajó y dejó servida para el disparo del contención que la puso en la esquina con toda la intención de hacer inútil el lance del portero boliviano.
Si Chile ya era dueño del partido ahora lo era con más tranquilidad y sin la presión que representaba el ganar para asegurar el primer lugar del grupo. Alexis Sánchez en par de ocasiones desde la pelota parada estrelló el balón en el poste, pero la segunda fue espectacular pues se quedó a nada de hacer un golazo espectacular pero la pelota se estrelló en la horquilla.
Sin embargo, la tercera fue la vencida. Ya era demasiado para el delantero del Arsenal. Sánchez culminó de gran forma una buena jugada de Chile para poner el 2-0 que hacía más justo el marcador hacia el medio tiempo, pues Edu Vargas se comió una enorme que pudo ser el 3-0.
Para el complemento Sampaoli sacó a elementos como Vidal y Sánchez sabedor de que el partido y el primer lugar del grupo los tenía en la bolsa.
Martins tuvo la única aproximación para la visita y eso se reflejó cuando Aranguiz hizo el 3-0 tras una buena jugada de Matías Fernández y una mejor asistencia de Enríquez para que solo la empujara.
Ya en la recta final del partido era tanto el desorden boliviano y su deseo de irse a descansar con el pase a Cuartos y el segundo lugar de grupo que Gary Medel marcó un buen gol al definir con vaselina sobre la salida del portero y después ver un auténtico autogolazo de Raldes que ponía cifras definitivas a la estrepitosa goleada.