¿Se levantan las pantallas de humo ante algo por venir?

Con visión ciudadana

Los ciertamente insultantes comentarios del empresario y pseudopolítico norteamericano Donald Trump, tienen enardecidas a las redes sociales y aún gran número de medios de comunicación, ciertamente el notorio perfil que ha tenido el empresario pero más aún su ya ridícula intención de convertirse en el próximo presidente de los Estados Unidos de América lo ponen en todos los reflectores posibles, sin embargo a decir de este humilde comunicador algo no está en su lugar, si bien es cierto que un sector amplio de los norteamericanos tienen una marcada tendencia racista y xenofóbica se antoja muy extraño que alguien con un perfil tan público, con tanto en juego, con una fría visión empresarial pueda poner tanto en riesgo sólo para conseguir votos, pues no solo está en juego su hipotética candidatura sino sus empresas que desde ya empiezan a ver consecuencias graves por sus comentarios xenofóbicos.

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En efecto, pensar en la presidencia está muy lejos aún, primero tendría Mr. Trump que lograr una candidatura válida con respaldo de suficientes personas con solvencia moral y económica para darle fuerza a una estructura de promoción voto que de otra manera no tiene, y sin embargo el golpe que desde ya están sufriendo sus empresas es evidente, el rompimiento de la cadena NBC con cualquier cosa que huela a Donald Trump es sólo el comienzo y aunque el magnate quiera minimizar la situación afirmando que la NBC es débil y que no afecta sus intereses la realidad es otra y no solo es eso, NBC es solo el primero de muchos golpes que están por venir a mi parecer.

Pero que tal si la maniobra en su totalidad, los comentarios y la actitud digna del medievo y no del siglo XXI, es un elaborado plan para desviar la atención de las decisiones fuertes a tomarse en próximos días o que ya se están tomando y de las potenciales consecuencias por la inminente debacle de Grecia y su salida de la Unión Europea con todo y su multimillonaria deuda soberana, no sería descabellado, que tal si el propio Donald tiene pesados intereses en Grecia y otros países o si por el contrario el gobierno norteamericano tenía lista la guillotina por evasión fiscal y se presto a cooperar en un teatro para calmar a los inversionistas.

A final de cuentas, bien podría tratarse únicamente de un atrevido movimiento para ganar adeptos e impulsar su candidatura presidencial que de otra manera estaría muerta incluso antes de nacer, pero no menos cierto es que hay suficientes variables y motivos para pensar que en efecto hay algo detrás de la debacle que se avecina para el magnate después de meterse directamente con un sector latino cada vez más grande en Norteamérica, mientras estimado lector le recomiendo no adquirir grandes deudas o hacer operaciones riesgosas ante la potencial inestabilidad que se avecina, no sea como The Donald y meta el pie hasta el fondo del lodo.

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