Con visión ciudadana
Como más de alguno ya podrá anticipar la semana del abogado es un mecanismo que utiliza el Supremo Tribunal de Justicia para reconocer y a la vez fomentar el estudio y la actualización entre el gremio de abogados en el estado, pues como destacó el propio magistrado presidente Pedro Antonio Enríquez Soto, el derecho por naturaleza es siempre cambiante y se actualiza al mismo ritmo que la sociedad evoluciona por lo que es indispensable continuar siempre el estudio del derecho, más aún cuando en nuestro país se ha venido impulsando el cambio hacia un sistema de oralidad en todas las materias, uno que requerirá de la participación activa de profesionales bien preparados en la nueva legislación oral, sus etapas y los retos naturales que implica un cambio total en los paradigmas legales que hasta hoy siguen reinando el modelo judicial nacional.
De la propia semana del abogado me gustaría destacarle estimado lector el evento del martes 12, cuando se presente en las instalaciones del Supremo Tribunal el Anuario Estadístico Judicial 2014, instrumento que si bien es de interés principal de los abogados e integrantes del poder judicial, lo cierto es que todos como ciudadanos interesados en el desarrollo de nuestra sociedad estamos indirectamente ligados a la estadística de cuántos litigios se llevan ante el Supremo Tribunal, que materias tienen más demanda popular y por supuesto la capacidad de las autoridades de resolver los asuntos en los que un buen día pudiéramos ser nosotros los actores principales. El documento a grandes rasgos tiene cifras de los juicios de primera y segunda instancia de nuestro estado, desde el tipo de juicio hasta el periodo medio de resolución del asunto y demás datos estadísticos que se pueden extraer de los procesos jurisdiccionales.
A información de los organizadores de la Semana del Abogado y del Propio magistrado presidente, el evento es organizado con motivo del Día del Abogado que se celebra el 12 de julio en conmemoración de la primera cátedra de derecho impartida en la Real y Pontificia Universidad de México, antecedente de lo que hoy es la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en un muy distante 12 de julio de 1533, definitivamente una muy interesante actividad del Poder Judicial de la Entidad.