Que en paz descanse Florencio Hernández Jiménez
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Claro que es difícil encontrar las palabras que describan con exactitud a un gran personaje, a un gran hombre, que además de haber sabido dirigir a su familia, también fue un gran estratega del fútbol que logró triunfos trascedentes, el haber logrado que Ejido fuera tricampeón habla por sí solo de la labor de don FLORENCIO HERNÁNDEZ JIMÉNEZ, así, con mayúsculas.
Sus inicios
Nacido a finales del años 20’s, 1929 un 7 de septiembre, Florencio luchó en la vida por la superación, tuvimos la suerte de conocerlo en la década de los cincuentas, precisamente donde cierra la calle Durango al norte con la hoy Avenida Victoria.
Ahí don Florencio Hernández Arreola, uno de los más destacados herreros de esos tiempos, tenía su taller, hoy es un local de servicio de grúas, taller en donde Florencio y Juan trabajaban siguiendo la tradición de su señor padre, tiempos eso en que Florencio conoció y luego hizo matrimonio con su hoy viuda, Florentina Benítez Rivera, vivían por la Calle Pedraza entre Querétaro y Puebla, en el llamado “Espinazo del Diablo”
Amante de la música, -de la buena- fue parte del “Cuarteto Melódico”, junto a Santiago y Toño y uno más de cuyos generales no me acuerdo, ese gusto musical lo heredó a sus hijos y ahora Tlotzin y Sergio tienen sus agrupaciones.
El matrimonio entre Florentina y Florencio tuvo sus frutos, Elia María, María de Lourdes, Miguel Ángel, José Tlotzin, Sergio Florencio, Juan Gerardo, César Eduardo y Flor del Carmen.
Heredaron los genes
Los varones son buenos para jugar al fútbol, sin duda en su sangre tienen los genes de Florencio, “El Viejo”, como se le conocía, recordamos a don Florencio jugando en equipos como Santa Elena y Batemeta, en Santa Elena junto a su hermano Rogelio.
También Florencio fue de los baluartes del Club Deportivo “Rieleros”, ahí jugó mucho tiempo en la delantera, él y Rogelio, al igual que Chepo Ibarra, Adán Ibarra, Polo Sotelo, “El Charrito”, “Chorrias” Illán, recientemente fallecido también.
El taller cambiaría de domicilio, Juan puso el propio con su hijo Jesús y de dedicaron a la fabricación de muelles y también hacían trabajos de herrería, Florencio Hernández Jiménez y sus hijos Miguel, Sergio y Tlotzin instalaron el suyo por la calle Santa Teresita, entre San Francisco y Ejido realizando trabajos de mecánica, suspensiones, direcciones y herrería en general, en la actualidad han ganado a toda ley un prestigio firme, ahí también laborarosn Jhonny y César, en la actualidad son flamantes profesionistas al igual que las hermanas de estos.
Con el Ejido
Don Florencio por su amor al fútbol se involucró con el club Ejido, poco a poco su talento de director técnico se fue manifestando, Ejido era cuna de extraordinarios jugadores, se dio el hecho de que algunos de la máxima categoría por razones muy personales no asistían a los partidos y le pidieron a don Florencio que se hiciera cargo de la situación.
Empezó por meter a jugadores de la juvenil y el cuadro Ejido volvió a la senda del triunfo, al ver esto las estrellas regresaron al redil, en la temporada 77-78 le ganaron la final a León, 1-0 en la cancha de Bellavista con gol del “Pichón” Hernández.
En la 78-79 de nueva cuenta son campeones ganándole 3-2 a Suterm en el estadio que se llamó “Nicolás Álvarez Ortega”, en el 80-81 le ganan la final a Puga en serie de penales tras haber empatado a 2 goles en el tiempo de reglamento, automáticamente Ejido entra al campeonato estatal.
En ese juega la final contra Santiago, empatados a dos se van a tiempos extras y terminan ganando 6-2.
Larga es la historia de este señorón, persona que nos brindó el grande honor de haberlo tratado y de haber conocido, aunque sea en parte, su pensamiento y sus logros como padre de familia y como director técnico.
Ya retirado como entrenador no se quedaba fuera de los partidos, sobre todo cuando jugaban sus hijos, como aquella final de copa de la segunda fuerza jugada en el “Nicolás Álvarez Ortega” entre Ejido y Bellavista, en el descanso del primer tiempo bajó don Florencio a la cancha y animó a sus jugadores con una sencilla frase: “Hagan simplemente lo que saben hacer, jugar al fútbol”, era un 15 de mayo de 1994, y Ejido ganó esa final en un día glorioso para Ejido para y “Toto” Hernández que sería el héroes del partido.
Físicamente don FLORENCIO HERNÁNDEZ JIMÉNEZ dejó de existir el pasado 16 de julio a las 09:00 horas, muchísima gente acudió a su velorio y acompañó sus restos hasta su última morada.
Más, “El Viejo” seguirá viviendo porque: “Solo Muere lo que se olvida”
¡Descansa en Paz, ya, hombre! ¡Tus Obras hablan por ti!