Huelga general paraliza Uruguay

Empleados de transporte, educación y salud iniciaron una huelga de 24 horas

La huelga general de 24 horas convocada por los sindicatos uruguayos, la primera del segundo mandato presidencial de Tabaré Vázquez, halló en los empleados del transporte, la educación y la salud a sus principales aliados, si bien principalmente estos últimos respetaron los servicios mínimos.

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No obstante, el centro de Montevideo, que da cobijo a la mitad de los 3.4 millones de habitantes del país, parecía más un domingo que un jueves laborable.

Con el lema “Cuando a los trabajadores nos va bien, al país le va bien”, la central sindical PIT-CNT llamó al paro para pedir más inversión pública y un mayor aumento de salarios, así como un seis por ciento del PIB para la educación y que el país se retire de la negociación del tratado internacional de liberalización de servicios TISA.

No obstante, la movilización llega pocos días antes de que el 31 de agosto se agote el plazo para que el Gobierno remita al Parlamento el proyecto de Presupuesto Nacional para los próximos cinco años y, además, trabajadores, Ejecutivo y empresarios se hallan en plena instancia de convocatorias del Consejo de Salarios.

En las calles de Montevideo la circulación de los autobuses urbanos comenzó a decrecer ya desde el miércoles por la tarde y el paro hoy fue total a excepción de los servicios mínimos exigidos y de aquellos conductores dueños de los vehículos que decidieron trabajar.

La huelga también fue mayoritaria en los autobuses que unen Montevideo con los distintos departamentos y a estos entre sí.

Pablo Nosar, empresario de la compañía de transporte Nosar, comentó que de los 70 vehículos que tiene su flota ninguno salió hoy a la carretera por la huelga.

El transportista cifró en unos 400 mil dólares la pérdida económica para su empresa en un día como hoy.

Otro empresario, Jorge González, de la compañía Rutas del Sol, que une la capital con Chuy (este) a lo largo de la costa, indicó que no tuvo más remedio que no sacar a la calle alguno de los 50 autobuses de su flota, “porque las terminales se encontraban bloqueadas por trabajadores sindicalizados”.

No hubo inconvenientes en el principal aeropuerto del país, el que da servicio a Montevideo, en el que solo cuatro vuelos de Aerolíneas Argentinas (dos de ida y dos de vuelta a Buenos Aires) fueron cancelados pero no por la huelga.

En el sector del comercio, algunos supermercados abrieron todos sus establecimientos, pero en las principales arterias de la capital se veían muchas tiendas cerradas.

Desde la Cámara de Comercio y Servicios de Uruguay, su gerente general, Claudio Piacenza, dijo que generalmente son unos 200 millones de dólares lo que se pierde por un paro general “grande” como éste.

“A nosotros como sector privado nos preocupa y muchísimo. La sociedad uruguaya no se merece un despilfarro y esta locura de pensar que un paro general nos da herramientas para avanzar en un diálogo”, confesó.

“Tuvimos diez años de una bonanza inédita en el país, y ahora resulta que la cosa viene complicada y nos damos el lujo de frenar el país productivo”, agregó Piacenza.

En el ramo de la educación, el paro abarcó a todos los niveles y la secretaria general de la Asociación de Maestros de Uruguay (ADEMU), Raquel Bruschera, dijo que entre los maestros “ha sido muy grande” y que muchas escuelas han estado cerradas.

No obstante, señaló que ningún alumno tuvo que volverse a casa por no poder recibir clase, dado que “los padres ya sabían que el centro iba a estar cerrado”.

En el ámbito de la Salud, fuentes sindicales informaron de un seguimiento de la huelga del 90 % en todo el país, si bien se respetaron los servicios mínimos establecidos.

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