El recién nacido fue abandonado en el nacimiento de una iglesia den Nueva York aún con el cordón umbilical pegado a su cuerpo
El nacimiento instalado en una iglesia de la ciudad de Nueva York pudo haber sido algo muy real, ya que un niño recién nacido, aún con el cordón umbilical ligado, fue abandonado ahí. Ahora, la policía de la ciudad está buscando a la persona que dejó al bebé.
Era aproximadamente las 11:30 horas del lunes cuando un empleado de la Iglesia Santo Niño Jesús en la sección Richmond Hill de Queens salió de la capilla para comer su almuerzo.
Cuando regresó poco después de las 13:00 horas escuchó el llanto de un bebé, pero no vio a nadie en el lugar.
Fue entonces cuando el empleado volteó hacia el montaje de la escena navideña al frente de la iglesia y vio un recién nacido envuelto en toallas acostado en el pesebre, dijo la policía. El pastor de la iglesia, Christopher Heanue, escribió en la página de la parroquia en Facebook que el bebé era un varón y que pesaba poco más de 2.25 kilogramos (cinco libras).
Trabajadores de atención de emergencias llevaron al pequeño a un hospital local, donde se encontraba en buen estado de salud, señaló la policía.
Nueva York tiene una ley de protección que dice que un recién nacido puede ser dejado de manera anónima en una iglesia, hospital, estación de policía o de bomberos sin temor a enfrentar un proceso. Pero la ley, conocida como Ley de Protección de Infante Abandonado, exige que el bebé sea dejado con alguien o que se informe a las autoridades de inmediato. La policía dijo que eso no ocurrió en este caso, por lo cual investigadores comenzaron a buscar a la persona que abandonó al recién nacido en la iglesia.
Agentes estaban escudriñando el martes exhaustivamente el barrio alrededor de la iglesia, buscando cámaras de vigilancia que pudieran haber grabado algo que pueda utilizar la policía.
Las autoridades dijeron que además estaban interrogando a posibles testigos para tratar de rastrear a la madre del bebé.
«Oremos por este niño», escribió, «por sus padres y por quienquiera que lo reciba en su hogar».