De acuerdo a un estudio realizado por el Instituto de Nutrición Humana del Centro Médico de la Universidad de Columbia, en Estados Unidos consumir poca fibra y cantidades elevadas de azúcares y grasas podría afectar la calidad del sueño.
Los expertos llegaron a esta conclusión realizando un experimento en el que participaron 25 personas de una edad promedio de 35 años y peso normal; la muestra se dividió en dos grupos de personas, un grupo comía un menú diseñado por un nutriológo, el cual contenía muchas proteínas, fibra y muy poca grasa, mientras que el otro grupo debía escoger sus propios alimentos.
El experimento demostró que los participantes que llevaban una dieta rica en fibra, proteínas y baja en grasas tenían menos problemas para conciliar el sueño, tardando cerca de 17 minutos para dormirse, en cambio, el grupo que eligió sus alimentos sin la ayuda de un nutriólogo tardaron casi media hora en dormirse, además de que los que consumían mucha azúcar se despertaron más veces durante la noche.
Si no duermes bien por la noche, antes de recurrir a algún tipo de medicamento deberías cuidar tu alimentación.