*Secretario de Desarrollo Social
México cuenta con un amplio entramado jurídico y programático que garantiza los derechos de las mujeres. El artículo 1º de la Constitución prohíbe toda discriminación motivada por el género; contamos con el Programa Nacional para la Igualdad de Oportunidades y no Discriminación contra las Mujeres 2013-2018; y, además, el Plan Nacional de Desarrollo hace de la igualdad de género un elemento transversal de todas las políticas públicas.
La política social, por su parte, reconoce el papel central de las mujeres en el desarrollo. Los 17 programas que lleva a cabo la Secretaría de Desarrollo Social atienden, desde distintas perspectivas, a un tercio de las mujeres mexicanas. Y lo hacen, invariablemente en colaboración con los gobiernos estatales y municipales de todo el país, con una visión de Estado y sin distingos políticos o partidistas.
En ese mismo espíritu hoy se firmarán en Iguala, Guerrero, tres importantes convenios con ONU Mujeres (un organismo especializado en la protección de los derechos de las mujeres y la promoción de su bienestar), con la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, y con la organización no gubernamental internacional Save the Children y la empresa mexicana FEMSA.
Esos convenios buscan fortalecer el ejercicio de los derechos de las mujeres: su derecho a una vida sin violencia, su derecho al acceso equitativo a los programas sociales, su derecho a participar en la generación de la riqueza económica y la prosperidad. Son instrumentos para el liderazgo, la dignidad y la libertad de las mujeres. Son instrumentos para construir ese México justo, incluyente y cohesionado que todos anhelamos.
Falta mucho por hacer en todos los órdenes de gobierno, en el sector privado y en la sociedad civil. Será preciso unir esfuerzos y desarrollar juntos acciones afirmativas, asegurar que las políticas públicas tengan, desde su concepción, un enfoque de género, y fomentar mejores leyes e instituciones que promuevan la inclusión.
Sólo así lograremos dar a las mujeres el lugar que les corresponde en nuestra sociedad y fortalecer su liderazgo en cada comunidad.
Debemos seguir trabajando, juntos, para hacer de México una casa digna y habitable para todas las mujeres. Es su derecho; y es deber de todos contribuir a que se cumpla.