En San Pedro Lagunillas municipio de Nayarit, desde 2011 comenzó el primer proyecto geotérmico con capital privado para generar energía eléctrica. El Parque Geotérmico Domo de San Pedro está situado a 500 metros de la laguna de Balbuena.
El proyecto consiste en perforar 18 pozos con la técnica de la fracturación hidráulica o «fracking» (técnica que consiste en perforar a más de 2 mil 500 metros de profundidad, inyectando sustancias químicas a altas presiones en el subsuelo, fracturando las estructuras rocosas para liberar los hidrocarburos atrapados en ellas y que tiene por objetivo extraer gas, petróleo y energía geotérmica), de los cuales hasta ahora solamente hay cinco en funcionamiento. Debido a la emanación de ácido sulfhídrico, uno de los gases liberado cuando se perfora la tierra a esa profundidad, algunos de los 3 mil 600 habitantes de San Pedro comenzaron a tener afectaciones en la salud como ardor en los ojos, dolor de cabeza, náuseas y comezón en la piel.
Además, los pobladores están preocupados por los daños que pueda causar la planta a los ríos, lagos, mantos freáticos e incluso la playa de Bahía de Banderas, ubicada en el océano Pacífico, en los límites de Nayarit y Jalisco. De acuerdo con los habitantes, las aguas residuales que produce la empresa Dragón son arrojadas al arroyo El Muerto, que conecta con el Río Tititeco para después unirse al Río Ameca y por último desembocar en el Pacífico.
A pesar de la alta toxicidad de los gases que emanan de los pozos en funcionamiento, el riesgo a la salud y ecosistema; la SEMARNAT publica «no se requiere una manifestación de impacto ambiental» en su oficio S.G.P.A./D.G.I.R.A./D.G./6025.
Sin embargo, uno de los campesinos afectados reveló que «un vecino me habló de varios abortos que han tenido sus vacas en este año. Entre los animales hay abortos pero no es normal que de 20 vacas malparen tres en un año». La situación lo alarma porque es la primer vez que sabe de eso en más de 40 años que habita en el pueblo.
De acuerdo con un estudio químico y geológico elaborado por la Universidad Autónoma de Baja California, la contaminación de una planta geotérmica puede provocar en humanos: malformaciones, abortos, alergias, cánceres, asma, además de una alta contaminación auditiva. También causa efectos negativos en tierras agrícolas, crianza y nacimiento de ganado. «El problema se intensifica cuando las fuertes corrientes de aire esparcen metales pesados en los campos de cultivo. Una especie de brisa salitrosa cubre constantemente la tierra, lo que provoca abortos en el ganado e incluso la muerte», señala.