La viudez repercute en los ámbitos de salud, psicológicos y sociales de las personas y representa un factor de vulnerabilidad para quienes se quedan sin pareja
Las personas que enviudan deben enfrentar no sólo el evento adverso de la pérdida de su pareja; en muchos casos, estas personas se ven afectadas y transgredidas en sus derechos de herencia, de acceso a la seguridad social y a servicios médicos.
Enfrentan un contexto de vulnerabilidad a sus derechos sociales, situación que se presenta en mayor medida en las mujeres.
La condición de viudez es una situación conyugal que se asocia con la edad, principalmente con el fin del ciclo de vida, adviene el término de las relaciones de unión. Dicha condición se presenta más en las mujeres, debido a que su esperanza de vida es mayor a la de los hombres.
Estadísticas
En 2015, datos del Consejo Nacional de Población (CONAPO) estimaron la esperanza de vida para los hombres en 72.3 años, mientras que para las damas se estimó en 77.5 años.
Cifras de la Encuesta Intercensal 2015 muestran que en México habitan 4.4 millones de personas de 12 en adelante, cuya situación conyugal es la viudez. Es decir, 4.7 por ciento de la población total de este rango de edad presenta esta situación conyugal, la cual es más frecuente que los separados, con 4.4 por ciento, y los divorciados, 1.6 puntos porcentuales, respectivamente.
En el país
La proporción de viudas a nivel nacional es de 7.1 por ciento respecto del total de mujeres de 12 y más años. A nivel estatal hay entidades federativas donde el porcentaje es más alto que el promedio nacional, como el caso de Guerrero y Oaxaca, Ciudad de México, Veracruz, Morelos y Sinaloa, que sobrepasan la media nacional, principalmente por cuestiones ligadas a la delincuencia y al crimen organizado.
Por el contrario, entidades como Aguascalientes, Baja California Sur y Quintana Roo tienen proporciones menores de mujeres en condición de viudez que la media nacional en este aspecto. Asimismo, las mujeres viudas están focalizadas en centros urbanos (comunidades con más de 100,000 habitantes), en detrimento de las áreas rurales.
Pensiones
La mayoría de las mujeres adultas no reciben ingresos debido principalmente a que durante su vida tienen menor probabilidad de trabajar para generar ingresos y ahorros que les permitan solventar sus necesidades económicas llegada la tercera edad. Por lo que, al morir el cónyuge, pueden quedar desprotegidas si no existió unión legalmente establecida y sus derechos hereditarios y testamentarios pueden ser vulnerados. Las pensiones son mecanismos de protección destinados a asegurar el ingreso del trabajador y de sus dependientes económicos durante la vejez, invalidez o muerte.
En caso de la muerte del cónyuge, el principal problema se plantea para los dependientes económicos: viuda e hijos, quienes se ven obligados a solventar sus propios gastos ante la desaparición de su fuente de ingresos.
De acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Empleo y Seguridad Social, en el 2013, solamente un 27.3 por ciento de la población femenina en situación de viudez fue beneficiaria de pensión.