Caldero Político
La COPARMEX, que es como un sindicato patronal, señaló que ‘los incrementos representan un retroceso que impactará de manera negativa en la economía de las familias’, lo cual genera preocupación porque a principios de año con el descuento que se tenía había un incentivo que se reflejaba en un mayor crecimiento económico y la gente tenía un remanente para sus necesidades en la parte de inversión o de gasto.
El ‘Pagano’ es el pueblo
Es indudable que los aumentos intervendrán desfavorablemente en el costo de servicios y productos: todo se disparará y el ‘pagano’ será el pueblo.
Como sabemos, la electricidad aumenta de precio en varios porcentajes, fluctuando entre el 2.5 y 7 %, tanto en el consumo doméstico como industrial, por lo que afectará a la economía, tomando en cuenta que los ajustes en salarios han sido bajos y mermará el poder adquisitivo.
Mentiras y más mentiras
Lo cierto es que se nos había dicho que no iba a haber incrementos en energéticos, pero lo más seguro es que los aumentos repercutirán en el precio de productos y servicios.
Otra realidad es con el precio de los combustibles, llegando a decir los analistas que a México le conviene que los precios de los hidrocarburos bajen.
Ya no somos un país petrolero exitoso y es cierto que al conjunto de la economía le es conveniente que los precios del petróleo bajen en el mercado internacional. Nos hacemos menos dependientes del petróleo y diversificamos la economía.
Como resultado del alza de los hidrocarburos pagamos más por la gasolina y por la electricidad.
De acuerdo a los expertos, éstos son los datos básicos que hay que tomar en cuenta para entender las causas e implicaciones de los incrementos de los energéticos.
1) México importa 53.5 por ciento de las gasolinas que consume. Al menos esa fue la proporción en los primeros cinco meses del año. Consumimos 807 mil barriles diarios de gasolinas e importamos 432 mil barriles en promedio; 2) En la costa del golfo de Estados Unidos –principal lugar del que importamos– los precios de las gasolinas pasaron de 1.86 dólares por galón al cierre del año pasado a 2.20 dólares al pasado 30 de junio. Es decir, hubo un incremento de 18.3 por ciento en dólares en el primer semestre del año.
3) El precio del gas natural Henry Hub, que es la referencia para México, pasó de 2.28 dólares por millón de BTUs al cierre del año pasado a 2.79 dólares al viernes 1 de julio, lo que significa un incremento de 22.3 por ciento en el precio de este combustible, que es el más importante en la producción de electricidad; 4) El reverso de la medalla lo tenemos en el precio de la mezcla mexicana de exportación. El viernes pasado cerró en 42.03 dólares por barril y al cierre del año pasado se ubicaba en 27.37 dólares. El incremento fue de 53.5 por ciento. Es decir, el comportamiento de los precios en el mercado de hidrocarburos determina que mientras los ingresos de Pemex por exportaciones petroleras se van para arriba, los precios al público de diversos energéticos suben considerablemente.
Somos deficitarios
Los mismos especialistas nos explican que México tiene una balanza comercial de hidrocarburos deficitaria. Es decir, si tomamos en cuenta el monto de las exportaciones de petróleo y le restamos las importaciones de hidrocarburos, como gasolinas y gas, el país tuvo un déficit de seis mil 65 millones de dólares en los primeros cuatro meses del año. El aumento de los precios de los hidrocarburos afecta negativamente a la balanza comercial del país en términos netos.
Entonces, pagaremos más por las gasolinas porque siendo importadores de más de la mitad del consumo doméstico, el gobierno ha perdido una fuente de ingresos fiscales con la reducción del diferencial entre los precios doméstico y de importación.
“Y en el caso de la electricidad, hay una fórmula que ya desde hace algunos meses está reflejando los mayores precios del gas natural que nos sirve como referencia, y que ya ha conducido a la electricidad industrial a un precio superior al de hace un año”, comentan.
Mientras académicos e investigadores analizan el problema, usted y yo, el pueblo, paga más por gasolina y electricidad y estamos esperando los trancazos durísimos del despegue de la inflación, abusos, precios caros y malos servicios.
VEREMOS Y DIREMOS.