En diversas ocasiones de la vida se cree inconscientemente que todo aquello que se tiene será para siempre: los amigos, la familia, el amor. Sin embargo, las cosas de esta vida tienen un ciclo que tarde o temprano habrán de terminar, y eso es justamente de lo que habla la obra “Efecto Mariposa”, la cual se presentó en las instalaciones del Laboratorio Arte Teatral Escénico de Nayarit (LATEN) bajo la dirección de Juan Alberto Sánchez.

La obra narra la historia de Raúl y Luisa, quienes son dos jóvenes que recién ingresaron a la preparatoria y que han sido novios por varios años, se dan cuenta que ya no sienten las mismas mariposas en el estómago que al inicio de la relación. La escenografía que se muestra es simple pero que da un toque nostálgico y romántico, viéndose en escena las dos caras de la moneda que a la vez parecen espejo, y donde se aprecia la necesidad de ambos por terminar una relación que ven que no está dando para más, el sentimiento de culpa por ser quien termine y hasta el reproche del otro por no querer avanzar.

Aunque la obra está ambientada con jóvenes de preparatoria, es una historia que le puede pasar a quien sea en cualquier edad. La falta de confianza, los problemas de comunicación y la inseguridad se pueden presentar en cualquier momento y en cualquier situación de la vida. Es ahí donde la obra logra conectar con el público, tanto con el recuerdo del amor que no se logró como con la esperanza de lo que no se quiere que suceda.

Efecto Mariposa va en contra de esa educación que enseña que todas las relaciones deben ser duraderas con el vivieron felices para siempre, pero la realidad es que ese para siempre no es para todos; recalca también el sentido de madures, que significa poder entender que la vida está llena de ciclos y que lo único que se puede hacer ante ello es aprender a cerrarlos de la mejor manera, despidiéndonos gratamente de algún amigo, cortar por lo sano con algún familiar, o dejar ir a un amor.