En la reciente reforma electoral aprobada por las diputadas y diputados integrantes de la Trigésima Primera Legislatura se contemplan diversos temas de gran relevancia para la vida política de Nayarit, uno de ellos es el que se refiere a la participación ciudadana, pieza fundamental en el sistema democrático que promueve la construcción de una sociedad activa.
La reforma plantea consolidar la participación ciudadana para que los nayaritas puedan participar en los procesos de consulta popular de plebiscito, referéndum e iniciativa popular, postularse como candidato de manera independiente a un partido político para los diversos cargos de elección popular y presentar impugnaciones ante el Tribunal Estatal Electoral para que se respeten sus derechos político-electorales, así como participar como observador electoral.
El referéndum es un instrumento de participación directa, mediante el cual la ciudadanía manifiesta su aprobación o rechazo respecto de iniciativas de ley o decreto, en los términos establecidos en el marco jurídico local; el Plebiscito se define como un instrumento por medio del cual se somete a consideración de los ciudadanos mediante el voto popular directo o una determinada propuesta sobre actos de carácter administrativo del titular del Poder Ejecutivo o de los ayuntamientos que afecten a la generalidad de los gobernados, para que en su caso se apruebe o rechace.
En lo que corresponde a la Iniciativa Popular, es un derecho que se concede a los ciudadanos para presentar propuestas en materia legislativa ante el Congreso del Estado para ser resueltas de conformidad a su legislación interna, siendo el requerimiento que sea apoyada dicha propuesta por un mínimo de ciudadanos.
Es así como se afirma que la participación ciudadana es una pieza fundamental del sistema democrático que promueve la construcción de una sociedad activa que ayuda a impulsar el aspecto social, económico, político y cultural, interés común de los legisladores.
Para la Trigésima Primera Legislatura, los procesos participativos son el medio idóneo para que las decisiones ganen legitimidad, por ello el interés de fortalecer los mecanismos de consulta popular, acción que se plasma en uno de los apartados de la reciente reforma político-electoral aprobada por las y los diputados nayaritas.