El pasado 25 de noviembre la Orquesta Esperanza Azteca Regional, se presentó por primera vez en Nayarit, con la participación de músicos y coristas de los cinco estados que conforman la región noroeste; bajo la dirección de María Fátima Corona del Toro, los 188 niños, niñas y jóvenes interpretaron piezas clásicas, un popurrí mexicano y un tributo a Juan Gabriel durante su presentación.

Los niños provenientes de Sonora, Sinaloa, Baja California, Baja California Sur y los anfitriones de Nayarit deleitaron al público que asistió a este importante evento, donde, en palabras de ellos mismos, han aprendido a trabajar en equipo y convivir con los otros directores; Marcela Islava, de Ensenada; Guillem Errando Simón, de La Paz, B.C.S.; Carlos García Beltrán, de Sonora y Daren Weissfisch, de Sinaloa.

Pero sin duda el momento cumbre de la presentación fue la entrega de un reconocimiento y un busto del poeta Amado Nervo a la Orquesta Sinfónica Esperanza Azteca Regional Noreste por parte de José Inés Enríquez Ledesma, director del Consejo Estatal para la Cultura y las Artes de Nayarit, por la importante labor artística realizada por los niños y sus directores.

Así mismo, Denisse Lizeth Domínguez Aguilar, corista de Baja California Sur; nos contó su experiencia en la orquesta, “Está muy padre, está muy entretenido, porque nos enseñan cosas que no sabemos; tienen diferentes técnicas nos estamos complementando unos con otros. Me gusta mucho la música en especial la clásica creo que tiene algo especial, y se está perdiendo, no hay esa importancia de la música clásica, creo que la música clásica te trasmite sentimientos de verdad, algo  que en realidad te llena. Trabajar en el coro es más expresivo y puedes mostrarlo. Estar en la Orquesta me ayudó a ser más sociable e inteligente, me ayudó a desarrollar mis capacidades, mi habilidad mental. Y cada vez que estas arriba es como si fuera la primera vez, no sabes cuanta gente habrá o cómo van a reaccionar pero tú haces lo que más amas; con toda la fuerza que tienes en tu interior.”

Por su parte Oscar Alarcón, también corista, nos cuenta porqué prefirió dedicar su tiempo libre a la música y no a otra actividad como los deportes, “La música es un medio más intelectual hace que tu mente trabaje de manera distinta y te ayuda a expresarte de maneras que en otros tipos de actividades no. Me gusta la orquesta porque todos socializamos, y convivimos de una manera que no veo en otras partes o grupos. Tenemos que coordinarnos. Me ha hecho mucho más sociable, he aprendido cosas de música. Todos han sido  muy amigables, no ha habido discriminación ni nada.”

Abigail Flores, integrante de la orquesta de La Paz expresó que ella siempre tuvo el deseo de cantar pero fue hasta que estaba en secundaria que sus padres la animaron para entrar en la Orquesta y ha sido la mejor experiencia de su vida; ”Vi la convocatoria en la escuela de mi hermana, y ella y yo siempre quisimos cantar, al principio no me interesé mucho porque estaba a punto de iniciar la secundaria y creí que iba a ser muy pesado, después hicieron otra vez convocatorias y mis papás me animaron a entrar, y me gustó mucho el ambiente que había, me gustaron los maestros que había, la música y me quedé.”

“El ambiente era muy amistoso y muy relajante, porque a veces llegamos muy estresados de la escuela y llegas a coro y cantando te liberas del estrés, del enojo, la gente es muy amigable. Mi profe siempre estuvo atento para que me sintiera a gusto con mi voz. Hice grandes amigos y amigas. Ha aportado una actividad que me distraiga de todo lo que he tenido en la semana, aparte que hago lo que yo amo.”

“Me fascina cantar y cuando entré a coro crecí como cantante. Incluso voy mejor en la escuela. Tal vez porque con lo que aprendemos podemos usar mejor nuestro cerebro o a contar mejor los tiempos. Te enseñan técnicas de estudios que puede aplicar en la escuela y puedes estudiar mejor para un examen por ahora es un pasatiempo, ya veremos después si me dedico a esto.”

“Presentarse en el escenario es una adrenalina  muy grande, la primera vez estaba muy nerviosa, sentí que iba a desafinar o algo hasta que dije: me voy a relajar, voy a respirar y voy a hacerle caso a todos los ensayo y al director y ya.”