Caldero Político
Sabemos que dentro de 20 años los estudiantes de hoy serán profesionales con conocimientos y habilidades adquiridas a lo largo de muchos años de educación. Y dentro de 20 años, los menores de edad sin escuela, la mayoría niñas, se preguntarán por qué permitimos que se les privara de su derecho constitucional.
La educación debe abrir las puertas a un futuro brillante y fructífero; las niñas y los niños que se ven privados de ella se enfrentan a barreras casi insuperables, igualmente los jóvenes que crecen y se desenvuelven, sin oportunidades.
Verdaderas escuelas de tiempo completo
Urge abrir las aulas de las escuelas de preescolar, primarias, secundarias, universidades, tecnológicos y diversos espacios que existen en la materia, todos los días, todas las horas, todos los minutos y todos los segundos, los que sean necesarios, para que los aspirantes a superarse logren un lugar y disfruten del derecho de la educación. ¿De qué sirven las escuelas cerradas medio día o largas horas sin servir a nadie?
En México y en Nayarit se requieren programas comprometidos a generar oportunidades que garanticen que todas las niñas y todos los niños, los jóvenes, con independencia de género, situación socioeconómica o circunstancia social, acceso a una educación obligatoria y de calidad. Ya es tiempo de escuchar propuestas viables aunque sabemos de los tiempos electorales.
Educación en pueblos marginados
Igual, el proceso educativo debe transformarse y modernizarse para que sirva igual a las poblaciones de zona urbana y suburbana como las aisladas y marginadas de estado. Es obligación de la sociedad y de los gobiernos prestar especial atención a los grupos más excluidos de la educación, sin demagogia ni poses exhibicionistas alentadas por las campañas electorales.
México y Nayarit ocupan políticas directas que respondan a los derechos de todos los que se encuentran en circunstancias difíciles para que logren una educación básica de calidad y el paso siguiente a la igualdad de oportunidades.
El acceso a una educación de calidad no debe ser privilegio de unos cuantos sino un derecho humano fundamental para la colectividad.
Todos los derechos para todos
Los gobiernos federal, estatal y municipal deben redoblar su empeño hasta que todas las niñas, todos los niños, os jóvenes y las personas que lo demanden, gocen plenamente de ese derecho a la salud, educación y a una vida plena con todos los satisfactores que se requieren.
Ya es tiempo que el derecho a la educación, por ejemplo, sea una realidad y no una quimera, no un sueño, no una esperanza. Que sea una realidad.
Ojalá que la nueva generación de políticos luche por la transformación de México y se deje de cosas vanas y superfluas, que mejor hagan propuestas reales que ayuden a nuestro país a salir de su atraso ancestral.